Madre de segunda clase
Soy un ama de casa, madre de un niño menor de tres años, que trabaja fuera del hogar en un trabajo no muy bien remunerado, puesto que se trata de un trabajo a tiempo parcial, el tiempo que puedo dedicar cuando mi marido llega de su trabajo y así puede quedarse con el niño mientras yo trabajo.
Por tanto, este decreto de reforma del IRPF nos excluye a todas las madres que no cumplimos ciertos requisitos, con lo cual no sabía yo que existieran madres de primera y madres de segunda clase.
Las primeras utilizarán este dinero que recibirán del Gobierno como complemento de su sueldo, mientras que las segundas tendremos que seguir dando horas o intentar buscarnos un trabajo que nos ofrezca más garantías de futuro o simplemente aguantarnos, pues está claro que el Gobierno propone una política totalmente en contra del papel de la mujer como madre a tiempo total, pues no tenemos ningunos derechos. Ahora se entiende que todas las mujeres quieran trabajar fuera del hogar, y corroboramos con este decreto que existe un fomento por parte del Gobierno, pero no es igualitario, sólo favorece, como siempre, a unos pocos.
El motivo de mi carta no es otro que mostrar mi indignación por una medida tan poco acertada por parte del Gobierno.
En algunas comunidades como Cantabria ya se han planteado hacerlo extensivo a todas las madres, lo cual me parece lógico y más democrático.