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Entrevista:ROBERTO MOSO | Periodista y ex cantante

"No se puede hablar del rock vasco de los 80 sin hablar de política"

Tras estrenarse en el campo literario con el libro de relatos Cuentos y sucedidos bastos, el vizcaíno Roberto Moso, de 42 años, ha colgado en Internet Flores en la basura. En este texto, el antiguo co-líder de Zarama ("grupo para grandes minorías", en activo de 1977 y 1995), echa un vistazo al panorama musical vasco en la época que vio florecer el llamado rock radikal vasco. De momento sólo puede leerse en la Red (http://zaramatimes.imbecil.com), pero la intención de Moso, periodista y coordinador de programas en ETB, es que esas frases acaben en un libro.

Pregunta. ¿Qué es Flores en la basura?

Respuesta. Mi intención ha sido divertir, entretener, hacer pasar un rato agradable. Y, de paso, presentar un cierto periodo y un ambiente a la gente que no lo conociera. Desde la perspectiva de Zarama, pretende ser un libro en el que se refleja también la vida interior de un grupo.

P. No ha querido buscar un lenguaje florido.

R. No. He procurado que esté bien escrito, pero no que fuera algo rebuscado. Sería pretencioso. Me gustan los escritores que hablan tal cual.

P. Toma el título de una canción de Sex Pistols. ¿Son uno de sus referentes musicales?

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R. Sí, qué duda cabe. De hecho, la propia existencia de Zarama se vio muy animada por el hecho de que existiera, de repente, el movimiento punk. El punk británico abrió una puerta para muchos chavales que no estaban especialmente preparados, como nosotros, para acceder a una serie de escenarios y a públicos bastante amplios. Marcó un antes y un después.

P. ¿Es imposible hacer un repaso a la historia del rock vasco sin hablar de política?

R. En términos generales, es imposible hablar de la historia del rock sin hablar de política. En ese sentido, creo que no se puede hablar del rock vasco de los años ochenta sin hablar de política. Fue una época especialmente proclive a unir una cosa con otra.

P. ¿Y resultaba ése un entorno cómodo?

R. Yo al principio lo viví como algo necesario, teníamos una vocación de seguir la estela de los Clash, de la Tom Robinson Band y de gente así. Es la política entendida en sentido amplio, comprometerte con asuntos sociales con los que te identificas. En el momento en el que eso pasó a ser comprometerte con siglas concretas que se habían metido, de repente, a organizar conciertos, empezó a ser incómodo. Empezó a crear divisiones dentro de los grupos, y ya no era tan divertido.

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