_
_
_
_
_

Los obispos llegan hoy a la clausura de su asamblea de otoño sin acuerdo sobre cómo condenar el terrorismo

Los dirigentes de la Adoración Nocturna Española (ANE) fueron los primeros en sufrir ayer el ajetreo y las prisas de los obispos por cerrar un documento pastoral contra el terrorismo que satisfaga todas las expectativas. La cúpula de ANE estaba citada por la mañana en el salón de plenos de la Conferencia Episcopal para un encuentro con la jerarquía del catolicismo, pero tuvo que esperar hasta la tarde. Los prelados llevaban reunidos "en sesión reservada" desde primeras horas de la mañana y no querían interrumpir sus debates, en busca de lo que ya en aquellos momentos muchos daban por imposible: un acuerdo definitivo, sin demasiados votos en contra o abstenciones, en torno a un documento que hable de las "causas, orígenes y consecuencias" del terrorismo, según reza un documento previo. El cardenal Antonio María Rouco calificó el lunes de "notoria urgencia" ese pronunciamiento.

Más información
Los obispos aprueban su documento sobre el terrorismo con ocho votos en contra

Hoy termina, hacia mediodía, esta asamblea otoñal de los obispos y es prácticamente seguro que no habrá documento, aunque sí un borrador bien perfilado, sobre el que seguirá trabajando la Comisión Permanente episcopal para facilitar un acuerdo definitivo en la próxima asamblea de prelados, la primavera que viene. El borrador actual coloca al "nacionalismo totalitario" como causa y origen del terror de ETA.

El hermetismo ha sido la tónica de toda la semana en la sede de la Conferencia Episcopal, pero ayer por la tarde los arzobispos de Sevilla, Carlos Amigo, y el emérito de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, además del obispo de Canarias, Ramón Echarren, reconocieron a la agencia Europa Press los diferentes puntos de vista que existen sobre ese borrador. Otras fuentes aseguran que los debates han sido prolongados y tensos. Incluso ha trascendido el tipo de apoyos que recibió el texto iniciar propuesto por la Comisión Permanente: unos ocho o nueve votos en contra, numerosas abstenciones y en torno a 50 votos favorables, de los 79 prelados que tenían derecho a pronunciarse en ese trámite. Otros 40 prelados jubilados (tres cardenales, siete arzobispos y 31 obispos) han podido asistir y hablar ante el plenario, pero sin derecho a votar. Fue el caso de José María Setién, emérito de San Sebastián.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_