Valdivieso demuestra que la escuela pictórica sevillana es la más dilatada e importante de España

Enrique Valdivieso, catedrático de Historia del Arte y autor de una veintena de libros, acaba de publicar Historia de la pintura sevillana (Guadalquivir Ediciones). La obra estudia desde el siglo XIII al XX a través de 448 pinturas y es el fruto de 26 años de trabajo, los mismos que Valdivieso (Valladolidad, 1943) lleva en la capital andaluza. El libro es una reedición del que publicó en 1986 e incluye a cuatro nuevos artistas, cuya autoría se ha descubierto recientemente. 'La escuela pictórica sevillana es la más extensa en el tiempo y la de más calidad en España. Tan sólo se puede comparar con las europeas como las de Florencia, Siena o Roma', asegura este especialista en barroco europeo.

'La pintura sevillana tiene una gran personalidad respecto a la producción del resto del país. Al igual que la cuidad, identificada en el tiempo por su idiosincrasia, la escuela sevillana posee un repertorio propio que se basa en la sencillez, la elegancia y el comedimiento. El barroco nunca entró en Sevilla de forma exasperada. El mejor pintor barroco, Murillo, se distinguió siempre por esas cualidades', asegura Enrique Valdivieso, quien publicó su primera edición de Historia de la pintura sevillana y acaba de sacar la tercera.

'Además de la indiscutible calidad, no existe ninguna otra escuela tan dilatada en el tiempo. La producción se ha mantenido desde la Reconquista hasta hoy. En Madrid, por ejemplo, la escuela pictórica nació a finales del siglo XVI cuando Felipe II trasladó la corte desde Toledo. La valenciana o la catalana, más amplias en el tiempo que la madrileña, tenían mucha calidad en la Edad Media y el Románico pero ésta no se mantuvo durante el Renacimiento o el Barroco', asegura Valdivieso. 'La escuela sevillana nunca participó del arrebato, la exasperación y el tremendismo del Barroco europeo', añade.

Historia de la pintura sevillana es la obra más importante y la que más fama internacional le ha reportado al historiador del Arte y comisario de exposiciones como las de Valdés Leal (1991) y Zurbarán (1998). 'Se han superado ya los 5.000 ejemplares, algo que para una obra de este tipo es mucho', asegura.

La tercera edición, que sale con 1.500 ejemplares, se ha completado con la incorporación de nuevos pintores. Algunos desconocidos, como Jerónimo Ramírez, que estuvo en Sevilla sobre 1600 y fue discípulo de Juan de Uceda, y otros, como Miguel Güelles -activo la primera mitad del siglo XVII-, de los que se tenía noticias a través de documentos pero no se había localizado ninguna de sus obra.

Valdivieso comenzó a estudiar la pintura sevillana cuando llegó a la capital andaluza en 1976, para incorporarse al departamento de Historia del Arte de la Universidad Hispalense, y realizó un catálogo de las obras de la Catedral. 'Ninguna otra ciudad española cuenta con un catálogo que concilia desde el Gótico hasta el siglo XX', afirma.

La localización de las pinturas de Miguel Güelles en el convento de Santo Domingo de Lima (Perú) y el descubrimiento de la firma de Jerónimo Ramírez y la fecha 1627 en el lienzo Cristo servido por los ángeles -obra del Museo de Bellas Artes de Sevilla que está depositada en la Iglesia de San Lorenzo-, son algunas de las novedades que incorpora la reedición.

Las nuevas incorporaciones

'La personalidad de Jerónimo Ramírez estaba confundida con la de Juan de Uceda. Gracias al descubrimiento de su firma hemos podido saber que media docena de lienzos que aparecían atribuidos a Uceda son en realidad de su discípulo como Inmaculada, de la Iglesia de San Vicente; Adoración de los pastores, del Museo de Bellas Artes o Martirio de Santa Catalina, de la iglesia de San Sebastián de El Porvenir'. Juan Sánchez de San Román, de quien sólo se conocía una obra, y Pedro Sánchez I, ambos del siglo XV, forman parte también de la lista de recientes incorporaciones. La editorial sevillana Guadalquivir publicará, la próxima primavera otro libro de Enrique Valdivieso, La pintura barroca sevillana.

El especialista cita a los mejores artistas sevillanos o que han trabajado en la ciudad de cada una de las épocas que ha estudiado en su obra. Juan Sánchez de Castro (Edad Media), Alejo Fernández y Pedro de Campaña (Renacimiento), Zurbarán, Murillo y Valdés Leal (Barroco), Antonio Cabral Bejarano (Romanticismo) y Gonzalo Bilbao (siglo XX).