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Arafat firma una ley que declara a Jerusalén futura capital palestina

Solana inicia una nueva visita a la región para promover la paz

Yasir Arafat firmó ayer una ley que declara Jerusalén capital del futuro Estado de Palestina. El líder palestino respondió así al Congreso de EE UU, que la semana pasada reconoció de manera unilateral y sorprendente Jerusalén como capital de Israel. Esta decisión, desestimada por el presidente George W. Bush, supone un respaldo a las tesis sionistas, que se niegan a reconocer a Tel Aviv como capital de Israel y reclaman la capitalidad de la Ciudad Santa, unida bajo una sola bandera, la suya.

El líder palestino responde así a EE UU, que reconoce Jerusalén como capital de Israel

El texto firmado ayer por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina había sido aprobado hace dos años por el Parlamento, pero el documento había permanecido durante todo este tiempo bloqueado encima de la mesa de Arafat, demostrando así su desprecio hacia los diputados palestinos. El presidente había venido alegando consideraciones estratégicas y diplomáticas para no firmar el documento, recalcando que, en base a los acuerdos firmados entre israelíes y palestinos, el futuro de Jerusalén debía de ser decidido de común acuerdo en las negociaciones del Estatuto Final.

La decisión de Arafat firmando el texto en que se consagra la capitalidad de Jerusalén fue refrendada horas más tarde de forma unánime por el Consejo Legislativo Palestino, reunido en sesión extraordinaria en Ramala. Esta sesión ha sido la primera que celebra el Parlamento tras la suspensión de la vida política palestina el pasado 19 de septiembre, cuando los tanques israelíes invadieron la capital de Cisjordania y establecieron durante 12 días un férreo asedio sobre el cuartel general de Arafat.

En el transcurso de esta misma sesión, los parlamentarios, a petición del propio Arafat, decidieron otorgar al presidente un plazo suplementario de un mes para que nombre un nuevo Gobierno, en sustitución del que dimitió el pasado 11 de septiembre, en una maniobra estratégica para eludir una moción de censura. El nuevo Gabinete será en teoría el encargado de preparar las elecciones generales, en principio convocadas para el próximo 20 de enero.

La resolución de Arafat decretando a Jerusalén capital del Estado de Palestina fue automáticamente minimizada por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, quien en la reunión semanal de Gobierno la calificó ayer de 'un simple papel', y añadió que 'no significa nada', de la misma manera que no significan nada 'sus declaraciones a favor de un alto el fuego'.

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En pleno debate sobre Jerusalén, el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, inició ayer una visita de tres días a la región, con el objetivo de impulsar el plan del Cuarteto de Madrid para la paz, interrumpido desde hace más de dos años, cuando se inició la Intifada. El Cuarteto está formado por la UE, EE UU, Rusia y la ONU. Está previsto que este plan culmine el año 2005 con el establecimiento del Estado de Palestina.

Solana abrió su ronda de entrevistas con una reunión con el asesor de Seguridad de la presidencia palestina, Mohamed Dahlan, a la que siguió una conversación con los ministros israelíes de Defensa, Benjamín Ben Eleizer, y Asuntos Exteriores, Simón Peres. Hoy, lunes, proseguirá sus contactos con el primer ministro Ariel Sharon y con el presidente Yasir Arafat, para continuar luego viaje a Ammán, donde se reunirá con el rey Abdalá, y a El Cairo, para hablar con el presidente egipcio, Hosni Mubarak.

Pocas horas después de que Solana empezara su labor de mediación, el Ministerio de Defensa de Israel arrojaba un jarro de agua fría sobre la iniciativa al pedir de manera clara que la Unión Europea boicoteara al presidente Arafat.

'Los contactos de los europeos con Arafat y la expresión de su simpatía hacia él suponen una pérdida de tiempo', aseguraba un comunicado oficial del gabinete de Ben Eleizer, en el que se sugería como alternativa adoptar una posición clara y firme, exigiendo a los palestinos resultados concretos en la lucha contra el terrorismo.

El texto difundido por el Ministerio de Defensa de Israel planteaba incluso la posibilidad de que los países europeos impongan sanciones a los palestinos si éstos no modifican su actitud y mantienen el conflicto.

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