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Sharon advierte de que responderá a un ataque de Irak si estalla la guerra

EE UU cree que Bagdad ya ha roto su promesa de permitir las inspecciones de armas

Estados Unidos necesitaba un buen argumento diplomático contra Irak para empezar la semana y lo ha encontrado en la negativa de Sadam Husein a someterse a nuevas resoluciones de la ONU. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, asegura que la postura iraquí 'no sorprende a nadie' y la interpreta como una demostración de que Bagdad intenta 'utilizar' a la ONU en su propio juego. Mientras tanto, el Pentágono contempla con preocupación la postura militarista de Israel, que ya ha comunicado a la Casa Blanca su decisión de contraatacar con dureza si, como ocurrió en 1991, Irak lanza misiles contra su territorio en una hipotética segunda guerra del Golfo.

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Israel no tomó represalias militares contra Irak cuando en 1991 Sadam Husein lanzó contra ellos 39 misiles Scud. El Gobierno israelí de esa época consideró que intervenir militarmente en el conflicto, aunque fuera en propia defensa, rompería la coalición árabe que apoyaba la campaña de EE UU y los países aliados.

Con Ariel Sharon al frente del Gobierno, eso no volverá a ocurrir. Si EE UU decide invadir Irak y Sadam Husein aprovecha para atacar de nuevo a Israel, Sharon tomará represalias contra Bagdad e intervendrá militarmente. 'Sabremos cómo actuar', dijo hace algunos días el embajador de Israel en EE UU, Danny Ayalon. Un alto mando del Ejército israelí, Moshe Yaalon, reconoció la semana pasada que EE UU 'sería feliz si no nos involucramos, quieren hacer el trabajo solos', aseguró.

Según The New York Times, Israel ha comunicado oficialmente a la Casa Blanca su decisión de contraatacar si son atacados. Según el diario, la postura de Sharon trata de combatir una percepción entre los políticos y mandos militares de Israel. Temen que su actitud pasiva durante los ataques de 1991 fuera interpretada como un signo de debilidad militar por el mundo árabe, y no desean que eso vuelva a ocurrir.

En todo caso, la capacidad militar de Irak no es en absoluto comparable a la de entonces; es posible que ni siquiera posea más que un puñado de misiles Scud. Además, la tecnología militar ha avanzado lo suficiente como para detectar un ataque de este tipo con tiempo suficiente para reaccionar. De hecho, EE UU e Israel han desarrollado nuevos canales de comunicación militar para mejorar la transmisión de información en situaciones de peligro.

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La Casa Blanca ha prometido al Gobierno de Israel que le informará con antelación sobre el momento en el que se iniciaría la campaña militar contra Irak, si alguna vez se lleva a cabo. También garantizan que las primeras operaciones aéreas estarían diseñadas para aniquilar los sistemas de lanzamiento de misiles situados al oeste del país, el territorio más cercano a Israel.

Mientras tanto, EE UU entiende que Irak ya ha demostrado su incapacidad al compromiso diplomático al negarse a aceptar inspecciones basadas en nuevas resoluciones. Bagdad anunció este fin de semana que sólo acepta inspecciones en los términos acordados en las resoluciones anteriores, lo que en principio cuenta con el apoyo -el veto- de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Según Donald Rumsfeld, secretario de Defensa norteamericano, todo el mundo 'ha visto en la última década cómo el Gobierno iraquí ha desafiado 16 resoluciones de la ONU y ha cambiado su posición en función de lo que puede ser tácticamente ventajoso para ellos', lo cual, según Rumsfeld, 'ha servido para jugar con la ONU'. El secretario del Pentágono aseguró en la CNN que no le sorprende 'en absoluto' el anuncio de Sadam Husein.

Desde Ginebra, un experto en armas nucleares, que pidió mantener el anonimato, aseguró a Reuters que el trabajo de inspección en Irak podría llevar un largo tiempo, ya que las pruebas podrían haber desaparecido. 'Puede haber suerte. Pero se trata más de un cuidadoso trabajo de detectives. Es como investigar un asesinato, puede llevar algún tiempo', dijo el experto.

Por otro lado, un destacado líder islámico shií iraquí emitió ayer una fatwa (decreto religioso) en la que prohíbe a los musulmanes ayudar a EE UU y sus aliados si deciden atacar Irak. 'Los musulmanes deben saber que su nación recibirá un fuerte golpe si los agresores consiguen realizar sus objetivos', dice la fatwa, emitida por el líder shií Ali Alhuseinin al Sistani en la ciudad sagrada de Nayef, a unos 160 kilómetros al suroeste de Bagdad. Sistani, uno de los más importantes líderes de la comunidad islámica shií, pidió al Gobierno iraquí que 'resista cualquier agresión de EE UU contra el país'. Más del 60% de los cerca de 25 millones de habitantes de Irak son shiíes y viven, en su mayoría, en el sur del país, especialmente en la ciudad de Basora, la segunda en importancia después de Bagdad y Amara.

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