18 meses de cárcel para una médica por la muerte de una paciente

La sentencia de la Audiencia consideró probado que M. G. C. causó la muerte de una paciente en la clínica Delfos al cortarle por error el suministro de oxígeno tras una operación con anestesia general. La médica actuó en la intervención como anestesista pese a carecer de la condición de especialista.

Los hechos sucedieron el 26 de noviembre de 1994, cuando A. G. R. fue sometida a una doble intervención en la que le fue extraída la grasa acumulada en los muslos y en el vientre. La intervención se desarrolló sin complicaciones, recoge la sentencia. 'Cuando la acusada comprobó que la paciente comenzaba a despertar de la anestesia y estando todavía entubada, procedió a cerrar el suministro de oxígeno y de protóxido de nitrógeno, hasta entonces suministrados al 50%. A continuación, la acusada abrió el grifo del protóxido y dejó cerrado el del oxígeno, lo contrario de lo que debería haber hecho', detalla el texto de la sentencia.

El Supremo desestima los dos argumentos de la acusada: que no se había demostrado que la braquicardia sufrida fuera consecuencia de la confusión con los grifos y que el error debió ser calificado de imprudencia leve. El Supremo cree que sí quedó demostrada la relación entre el error médico y la muerte de la paciente. Este tribunal considera, además que la gravedad de los daños, con resultado de muerte, confirman la importancia de la imprudencia, que 'ha sido correctamente calificada por la sentencia' de la Audiencia de Barcelona.