Ratones junto a Mossèn Cinto
Esta carta debería titularse El parque ratonil de Verdaguer y nadie debería sorprenderse. Resulta que, al atardecer, el parque infantil del paseo de Sant Joan, tocando la Diagonal, justo por encima del monumento al poeta Verdaguer, presenta una sorprendente abundancia de pequeños ratones que se mueven con total impunidad por los setos que rodean el parque y muy cerca de los bancos.
Por la tranquilidad que demuestran los bichejos, parece que están muy acostumbrados a estar ahí. ¿Hará ya años que se da esta situación? Mi mujer y yo llevamos a nuestros hijos de vez en cuando a este parque, desde hace mucho, aunque, eso sí, por las mañanas. Pero, a partir de ahora, la verdad, la idea de que nuestros dos hijos compartan los aparatos de juegos y la tierra con los ratones nos ha hecho cambiar de opinión.
¿Alguien sabe algo de esta situación? ¿El Ayuntamiento piensa hacer algo al respecto? Puede que como esto no está por los terrenos del Fòrum 2004, los usuarios del parque y los ratones acabemos, con los años, siendo un ejemplo más de convivencia cosmopolita mal entendida de esa que tanto gusta al señor Clos.
