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LA PALABRA
Columna
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Spamouflage

De origen francés, el término camuflaje hace referencia al acto de ocultar elementos bélicos para que el enemigo no los reconozca. La palabra también se utiliza en sentido no militar, pero no puede esconder en sus usos un eco de su sentido primitivo. En inglés spamouflage apareció por primera vez en la revista Wired, en su sección de Jargon Watch (algo así como 'observatorio de la jerga') del año 1997. Es un híbrido de spam, correo no solicitado o correo basura, y camouflage, y la revista lo definió como: 'envío masivo de mensajes de e-mail desde direcciones genéricas, con encabezamientos inocuos para confundir a los programas de filtrado y a los lectores que quieren evitar el spam'. Cinco años después, y con el spam convertido en un gran problema (véase http://www.junkbusters.com o http://spam.gunters.org/), los procedimientos de camuflaje del correo basura se han hecho muy frecuentes. Uno puede recibir un correo que proviene de una dirección aparentemente normal, con un tema que dice cosas del estilo de 'Algo que te interesa', y encontrarse con una oferta de cartuchos de impresora, pornografía o negocios increíbles. Si uno contesta indignado, se encuentra con que le rebotan la respuesta: la dirección de retorno no existe. O algo peor: es la dirección de algún desgraciado que es completamente ignorante de lo que circula por la red con su remite.

El spamouflage del remitente evita también que se puedan bloquear los correos procedentes de un spammer concreto, porque sencillamente éste variará su dirección en cada envío. Y hoy por hoy el filtrado de los e-mails es una de las pocas formas que hay para evitar el spam. Si el uso de la palabra perdura, y si los hablantes españoles sienten la necesidad de asimilarla, podría dar lugar a espamuflaje, o algo por el estilo... Aunque nunca se sabe.

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