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Una nube marrón sobrevuela Asia

La ONU alerta de que una capa contaminante que cada año cubre Asia afecta ya a la salud del 60% de la población mundial

En Asia hay 3.600 millones de personas (el 60% de la población mundial). Y sobre ellos, una nube. La llaman la nube marrón, puede llegar a tener tres kilómetros de altura y cada invierno se mueve desde el mar de Omán hasta China. Es una mezcla de agua y química, producto de los incendios, la industrialización, los combustibles fósiles..., es decir, de una forma de desarrollo no sostenible.

El programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (en inglés, UNEP) presentó poco antes de la cumbre de Johanesburgo el mayor estudio sobre la nube. El director ejecutivo del UNEP, Klaus Toepfer, señaló al presentarlo: 'Es una amenaza para Asia, para su agricultura, para su clima y para la salud de la población, pero también es un problema mundial, porque en una semana puede dar media vuelta al mundo'.

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El informe señala que harán falta unos diez años para comprender todas las implicaciones de la nube. Las conclusiones a las que llegaron los más de 200 científicos que, auspiciados por el UNEP, estudian el fenómeno desde hace años son inquietantes.

- ¿Qué es? La nube marrón es el resultado de la emisión de monóxido y dióxido de carbono, sulfatos, restos de carbón, ceniza, hidrocarburos, sal marina, entre otras muchas sustancias volátiles que quedan en suspensión sobre el continente asiático. El 85% de las partículas tiene origen humano. O sea, que procede de los incendios, las fábricas, los automóviles, la quema de rastrojos, la quema de madera en las casas... UNEP señala que es consecuencia de la industrialización y el crecimiento de las ciudades en Asia en los últimos 20 años.

La nube tiene su máximo en invierno. En verano, las lluvias monzónicas del sureste lavan gran parte de las sustancias químicas. Su extensión es variable, y, según los vientos, se mueve por todo el Índico: 'Sobre el océano, a miles de kilómetros de los centros contaminantes, la contaminación es similar a la de muchas zonas suburbanas europeas'.

- Salud. Las partículas en suspensión afectan a la salud humana. Veintitrés ciudades de la India superan las medidas de contaminates que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el estudio señala que, aunque los datos son limitados, existe relación evidente (aunque difícil de cuantificar) entre la nube y las enfermedades respiratorias que afectan a centenares de miles de personas, muchas de ellas niños.

- Agricultura. Las partículas suspendidas en la nube absorben parte de la radiación solar. Esto disminuye la llegada de rayos de sol a la superficie terrestre (entre un 10% y un 15%, según el estudio). Así, afecta a la fotosíntesis: los modelos usados aseguran que la eficacia de la producción de arroz puede haber disminuido un 10%.

- Lluvia. Al llegar menos radiación al Índico, hay menos evaporación. El resultado es menos lluvia. Si en la superficie terrestre la tempertura disminuye, en la atmósfera, sobre la nube, la temperatura es mucho mayor, debido a la absorción de la radiación solar. Los investigadores creen que estos cambios están afectando al complejo sistema regulador de los monzones. Los modelos usados dicen que las lluvias invernales en Pakistán, Afganistán y el norte de la India podrían disminuir entre el 20% y el 40%, mientras que las lluvias del monzón veraniego del este de Asia pueden aumentar. Se basan en las sequías de Pakistán en 1999 y 2000, entre otros fenómenos. Sin embargo, los científicos no han encontrado un modelo definitivo para explicarlo.

Además, los aerosoles suspendidos dificultan la formación de las gotas de lluvia, y, cuando se forman, son gotas más pequeñas de lo normal. Así, son peores para la agricultura, y al transportar los compuestos químicos dan lugar a lluvia ácida. El enfriamiento de la superficie terrestre, no obstante, se ve compensado con el calentamiento del planeta debido al efecto invernadero. El estudio señala que desde 1960 la temperatura en Asia es constante, mientras que en el resto del mundo ha aumentado.

- Soluciones. UNEP asegura que, de no tomar medidas, los efectos se agravarán en los próximos años. ¿Qué medidas? Uno de los científicos del estudio, David Viner, aseguró a la BBC: 'Hay que evitar los incendios, utilizar combustibles menos contaminantes, introducir tecnología limpia en las fábricas'. Las soluciones son sencillas. Lo difícil es desarrollarlas. El problema, aunque en otra escala, es similar al de Londres a principios del siglo XX, cuando la niebla derivada del abuso de carbón cubría la ciudad.

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