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La ira popular se desata contra la maestra de Holly y Jessica

Llegó el día para descargar la rabia. Con gritos de 'matarla', cientos de británicos salieron al paso de la furgoneta que condujo ayer a Maxine Carr, antigua maestra de las niñas asesinadas, Jessica Chapman y Holly Wells, al juzgado de Peterborough, al norte de Inglaterra. Su presunta participación en el doble crimen se limita a un delito de obstrucción a la justicia, que la fiscalía debe aún probar ante un juez y un jurado. Pero, para la multitud, esta joven de 25 años es tan culpable como el presunto asesino, su novio Ian Huntley, quien está detenido en el psiquiátrico de máxima seguridad de Rampton, un centro donde convivirá con 300 enfermos que cometieron delitos muy graves y que en algunos casos son tan conocidos como Beverly Allit, la enfermera de la muerte que mató a cuatro niños.

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La rabia contenida por el trágico final a la desaparición, el pasado domingo 4, de las niñas británicas de 10 años salió finalmente a la superficie. La ocasión la propició la comparecencia ante los magistrados de Carr, una muy querida profesora de Jessica y Holly en el último curso escolar. El fiscal acusó a la maestra de proporcionar información falsa a la policía y de obstrucción a la justicia. Pálida y aparentemente cansada, la acusada permaneció impasible en el banquillo y sólo habló para confirmar su identidad. Escoltada por dos policías y protegida por un panel de cristal, Carr mostró algo de emoción al escuchar la advertencia del magistrado de que el delito por el que se le juzgará puede acarrear la pena máxima de cadena perpetua. Inclinó entonces la cabeza hacia delante y reposó los brazos sobre el cuello. El abogado Roy James no solicitó libertad condicional bajo fianza para su cliente, y el magistrado ordenó su ingreso en prisión preventiva. A la salida del tribunal, la muchedumbre rondaba el medio millar. Muchos deseaban linchar a la maestra. Pero el cordón policial fue férreo y la multitud se limitó a lanzar insultos y algún huevo contra la furgoneta en la que viajaba Carr.

En cuanto a Ian Huntley, novio de Maxine y conserje del colegio de las niñas, si los médicos le consideran mentalmente incapacitado, nunca será juzgado. Pasará, eso sí, el resto de su vida en un hospital de máxima seguridad.

Dos mujeres golpean el furgón policial en el que es traslada Maxien Carr, la novia del supuesto asesino de Holly y Jessica, las niñas británicas muertas en agosto de 2002.
Dos mujeres golpean el furgón policial en el que es traslada Maxien Carr, la novia del supuesto asesino de Holly y Jessica, las niñas británicas muertas en agosto de 2002.REUTERS

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