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El brote de disentería de Barcelona afecta a 548 personas

Miquel Noguer

El brote de disentería detectado la semana pasada en Santa Maria de Palautordera (Barcelona) ya ha afectado a 548 personas. Dos de los infectados continuaban ayer hospitalizados a causa de los fuertes vómitos y diarreas causados por beber agua mal potabilizada procedente de la red pública. La mayor parte de los afectados de esta población de 6.000 habitantes se han recuperado, pero las administraciones no dan por extinguido el brote y creen que todavía pueden aparecer nuevos casos.

Desde ayer, y por primera vez en 30 años, el suministro de agua a la población ya no es responsabilidad de la Comunidad de Regantes, entidad que captaba agua del río Tordera para destinarla a consumo humano cuando sólo disponía de una concesión de extracción de agua para regadío. La Generalitat, que toleró la situación hasta que apareció el brote, ha retirado la concesión a los regantes y la ha traspasado al Ayuntamiento, que deberá velar desde ahora para que el agua llegue en buen estado.

Sin embargo, y mientras duren las investigaciones sobre el origen del brote, las autoridades sanitarias recomiendan a los vecinos no beber agua del grifo y utilizarla exclusivamente para usos domésticos y de higiene.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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