La guerrilla colombiana se lleva a los 2.000 habitantes de un pueblo de la selva
Incertidumbre en Colombia por la suerte de Puerto Alvira, un pequeño pueblo de Meta, en los límites entre el llano y la selva. Según el defensor del Pueblo, Eduardo Cifuentes, y Carlos Medellín, director de la Red de Solidaridad -oficina encargada de la atención a desplazados-, sus habitantes fueron víctimas de 'una toma masiva de rehenes'.
Para los mandos del Ejército, se trata de un desplazamiento presionado por los combates entre las FARC y los paramilitares. Lo cierto es que el pueblo esta vacío. Los funcionarios que han llegado hasta el lugar, a orillas del río Guaviare, sólo encontraron a 15 de sus más de 2.000 habitantes.
Fuentes de la Iglesia afirman que los guerrilleros llegaron el pasado fin de semana, reunieron a la población, la obligaron a salir en embarcaciones que ellos facilitaron y los llevaron a un lugar determinado en donde, dice Cifuentes, 'permanecen cautivos y están siendo utilizados como escudos humanos para evitar eventuales acciones de la Fuerza Pública'.
Sin embargo, Medellín asegura que allí no hay paramilitares y que el repliegue de la guerrilla, llevándose a la población civil, se debe a los operativos del Ejército.
Los paramilitares asesinaron a más de 30 campesinos de Puerto Alvira en 1998, al iniciar la toma de esta zona controlada, durante años, por las FARC.