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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Campanella estrena la película que unió al equipo de 'El hijo de la novia'

Ricardo Darín protagoniza 'El mismo amor, la misma lluvia'

Elsa Fernández-Santos

El mismo amor, la misma lluvia nació en 1983 como una idea para una serie de televisión. El proyecto no cuajó y la serie no se rodó. Juan José Campanella se trasladó entonces de Buenos Aires a Nueva York para estudiar cine (allí realizó El niño que gritó puta) y el proyecto quedó entre papeles.

'En esta película reflejo miedos y actitudes contra las que he luchado toda mi vida'
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ACTORES ARGENTINOS, ESTRELLAS ESPAÑOLAS

El mismo amor, la misma lluvia nació en 1983 como una idea para una serie de televisión. El proyecto no cuajó y la serie no se rodó. Juan José Campanella se trasladó entonces de Buenos Aires a Nueva York para estudiar cine (allí realizó El niño que gritó puta) y el proyecto quedó entre papeles. En 1999, el director regresó a Argentina y, junto a su guionista, Fernando Castets, decidió retomar la historia de un amor que perdura a través de los años y a pesar de su protagonista.

Los cambios políticos de Argentina en las dos últimas décadas y su cristalización en la rutina de la pequeña redacción de una revista de actualidad le sirven al director como telón de fondo y como escaparate de complejas relaciones humanas. La película -que oscila entre la comedia romántica y el dramón- se gestó, según explica Campanella, pensando en un rostro: el del actor Ricardo Darín. 'Nadie como él puede lograr tanta complejidad interpretativa', afirma el director.

Campanella asegura casi sin titubeos que prefiere El mismo amor, la misma lluvia a su ya famosa El hijo de la novia, una película que -todavía en cartel un año después de su estreno- ha logrado sólo en España más de un millón de espectadores y una recaudación de más de ocho millones de euros, convirtiéndose en un imprevisible fenómeno cinematográfico. 'El peso de El hijo de la novia no existe para mí, porque esta película es anterior; si fuera posterior, probablemente lo vería de otra manera'. 'Si se estrena más tarde es por problemas de distribución que se me escapan'.

'El hijo de la novia', continúa Campanella, 'es una película mucho más personal, más autobiográfica, mi familia está presente en ella. En esta película, sin embargo, hay otras cosas, reflejo más miedos, más actitudes contra las que he intentado luchar toda mi vida. La película habla de la independencia, de la individualidad, de los propios objetivos frente a lo que esperan los demás de nosotros. Y todo eso con algo añadido, algo imprevisto: el personaje de Laura, una mujer de la que yo me enamoro cada vez que la miro y cada vez que la escucho'. 'Su claridad es revolucionaria', afirma en las notas de producción de la película Ricardo Darín.

Darín interpreta el personaje principal de la película, un escritor que sobrevive en una revista publicando sus cuentos y que acaba aislado y corrompido por su hipocresía ('por su miedo a las pequeñas cosas', dice el director). Un personaje que sólo 'tocando fondo tiene la posibilidad de cambiar'. La dictadura, la democracia, la guerra de las Malvinas, la llegada de Carlos Menem al poder, forman el contexto de una historia de amor 'a lo Frank Capra'. 'La lluvia', añade Campanella, 'es un homenaje al cine de Capra, a su romanticismo'.

'El mismo amor, la misma lluvia tiene un tono similar a El hijo de la novia', añade el director argentino. 'Está dirigida y escrita por los mismos y eso se transmite, es nuestra forma de hacer. Somos incapaces de escribir una escena totalmente dramática o totalmente graciosa'.

Campanella, que no quiere hablar de lo que hoy ocurre en Argentina ('demasiado complejo, no quiero caer en simplificaciones o lugares comunes, es muy grave lo que ocurre, pero creo en la capacidad de reacción de la gente'), asegura que su cine no pretende ser ni un retrato social ni político de Argentina. 'Me gustan las historias de individuos y las relaciones que entre ellos se establecen, pero el contexto histórico es sólo contexto. Es necesario, su importancia es grande, pero no es el centro de la historia, al menos no lo es en mis películas'.

Juan José Campanella (sentado) y Eduardo Blanco, durante la presentación de la película en Madrid.
Juan José Campanella (sentado) y Eduardo Blanco, durante la presentación de la película en Madrid.LUIS MAGÁN

Gente confundida

Un hombre que lucha entre su complejo de Peter Pan y una historia de amor que le persigue, pese a su incapacidad para comprometerse con nada ni con nadie, centran la trama de El mismo amor, la misma lluvia. La película, dirigida por Juan José Campanella dos años antes de la popular El hijo de la novia, se estrenó ayer en las salas de cine de España. Ricardo Darín vuelve a ser el protagonista, y Eduardo Blanco, su fiel amigo. 'Es el mismo equipo, pero las coincidencias entre las dos películas son pocas', asegura Campanella, para quien El mismo amor, la misma lluvia es un filme sobre personajes confundidos, actitudes hipócritas y sobre cómo el miedo castra nuestra capacidad para vivir.

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Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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