La expropiación de tierras desata violentos choques entre policías y campesinos en México

La construcción de un nuevo aeropuerto en la ciudad de México provocó ayer violentos incidentes protagonizados por la policía y los campesinos cuyas tierras han sido expropiadas. Los habitantes del poblado de San Salvador Atenco, a unos 30 kilómetros de la capital, bloquearon las carreteras y retuvieron a una decena de rehenes. Los campesinos, armados con machetes, comenzaron su protesta en octubre pasado, pero ayer se produjeron enfrentamientos violentos con la policía, en los que seis personas resultaron heridas. Otras 15 fueron detenidas.

Los vecinos capturaron más tarde a cerca de una decena de funcionarios, entre ellos el subprocurador de Justicia, José Andrés Mendiola, y a varios policías, a quienes amenazaron con linchar si las autoridades no liberaban a sus compañeros detenidos.

Los campesinos establecieron barricadas en los accesos de la comunidad e incendiaron varios vehículos. A última hora de ayer mantenían un cerco para impedir que la policía estatal liberase a los rehenes. 'Éste es el último aviso, esto no es un juego y lamentamos que las autoridades así lo hayan visto desde un inicio. Nos mantenemos en nuestra postura de defender lo nuestro hasta donde sea posible y vamos a rescatar a nuestros compañeros así tengamos que quemar a los policías que tenemos', afirmó un dirigente de los vecinos sublevados.

Lesiones y daños

Por su parte, las autoridades del Estado de México pusieron a disposición de la Fiscalía a los campesinos detenidos para que respondan por los delitos de lesiones y daños, y aseguraron que no negociarán con los rebeldes.

El año pasado, el Gobierno federal anunció la construcción del nuevo aeródromo en Texcoco y San Salvador Atenco. Para ello, el Gobierno expropió unas 5.000 hectáreas de tierras agrícolas por las que ofreció un pago simbólico muy inferior a su precio actual, lo que afectó a cientos de campesinos. Desde entonces, los habitantes de San Salvador Atenco rechazaron el decreto e iniciaron una lucha contra el proyecto, con marchas de protesta que hasta ahora habían transcurrido de manera pacífica.

En lo jurídico, la polémica sobre el nuevo aeropuerto capitalino ha rebasado las protestas de campesinos debido a que los Gobiernos de la capital mexicana y del municipio de Texcoco presentaron recursos constitucionales ante la Corte Suprema de Justicia para revocar la decisión de las autoridades federales.