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Columna
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Verano

Ya estamos en verano, de vacaciones. Momento para hacer algunas reflexiones sobre el turismo. Está la amenaza de la huelga en la Costa del Sol. Habrá arreglo. Lo contrario sería sumar más problemas. El turismo de sol y playa andaluz está consiguiendo salvar la temporada porque se mantiene el recelo a los largos viajes en avión, porque se han caído mercados tradicionalmente competitivos con el nuestro y porque se ha invertido en promocionar y se ha hecho bien. Andalucía está de moda y se nota.

Turismo Andaluz, una vez serenadas las aguas con los patronatos de turismo y utilizadas las capacidades de los profesionales del turismo, ha trazado un plan de trabajo bien dotado. Y es justo reconocer que en este campo los ayuntamientos colaboran. El consejero de Turismo, Antonio Ortega, en su última visita a la Costa del Sol, lo dejó claro: apoyarse en la estrategia, en los profesionales y colaborar con los municipios, y más ahora, con la aplicación de la ley de Turismo. Y se están abriendo nuevos mercados como el americano.

Y en ello Antonio Banderas tendrá mucho que decir. De hecho, ya hay resultados tras la fiesta de su casa en Los Ángeles. Una idea (no se ha dicho) que fue del anterior equipo de turismo, liderado por Pepe Hurtado y Manuel Cid y que Ortega hizo suya. Y sin que cueste dinero, Banderas, claro. Si en la campaña de apoyo al jamón y aceite andaluces iba a recibir por todo emolumento un jamón y una garrafa de aceite virgen extra, bien se le podía regalar de por vida el uso de una hamaca en cualquier rincón de las playas andaluzas.

De todos modos y tras el verano, se preparan unas jornadas para saber qué modelo de turismo de masas queremos. Al menos en la Costa del Sol occidental parece haber tocado techo y en general se admite, salvo los especuladores y algún alcalde trasnochado, que es necesario limitar el crecimiento. Hay muchas razones para ello, desde las medioambientales para no degradar más y también las económicas. No puede dejarse todo en manos del mercado, sobre todo cuando buena parte del mismo está en manos de operadores extranjeros. Hay asuntos que deben empezar a preocupar y que exigen una planificación, desde recursos hídricos, suministro de agua, electricidad (ojo a los cortes que ya se producen), eliminación de basuras y otros.

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