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Universidad

La UPV constata la alta demanda para formar profesores de español a extranjeros

Alumnos del primer curso organizado en el País Vasco reclaman su continuidad y ampliación

La organización del primer curso en el País Vasco para la formación de profesores de español a extranjeros, que ha concluido este fin de semana en Bilbao, ha demostrado a la Universidad del País Vasco (UPV) dos cosas. Por un lado, que la demanda de este tipo de preparación es notable. De hecho, no sólo se han cubierto las 40 plazas existentes, sino que se ha generado una larga lista de espera. Por otro, que la iniciativa puesta en marcha por la Facultad de Filología de la UPV cuenta con una respuesta suficiente para continuar en el futuro.

Así lo cree la directora del curso, la profesora de Lengua española de la UPV, Ángeles Líbano, aunque matiza que para ello es necesario un mayor apoyo por parte de las instituciones. 'Para nosotros ha supuesto un esfuerzo tremendo, porque hemos tenido que compaginarlo también con nuestro trabajo diario. En un futuro tendríamos que volverlo a hacer, pero necesitamos apoyo. Es posible que haya cierta colaboración con el Instituto Cervantes para estabilizar el curso, institucionalizarlo, pero para eso necesitamos sobre todo personas, y personas preparadas', apunta.

En opinión de Líbano, la universidad no debe dar la espalda a un campo, el de la enseñanza de castellano a extranjeros, que se halla en pleno proceso de expansión. 'Es una vía laboral con un creciente número de posibilidades. El interés por el español crece en el mundo y se necesitan profesores. Para la gente joven, con toda la vida por delante, y con un cierto espíritu de aventura, puede ser una opción muy interesante', subraya.

La profesora de la Universidad de Navarra María Victoria Romero, una de las docentes que ha participado en el curso, ahonda en esta opinión. 'Abre una salida laboral muy interesante, quizá no tanto en España como en el extranjero, principalmente en Japón, países del norte de Europa, Estados Unidos y Brasil', detalla.

El país sudamericano es el destino preferido de Cristina, licenciada en Filología Hispánica y una de las estudiantes que ha participado en el curso. Su experiencia como profesora becaria de español para los estudiantes extranjeros que llegan a la UPV a través del programa Erasmus le ha permitido comprobar que es necesario contar con una formación específica. 'Me parece imprescindible que los profesores sepan cómo enseñar un idioma. Por eso, este curso me ha parecido muy interesante y creo que debería tener continuidad, incluso como una asignatura dentro de la carrera', asegura.

Más horas

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Elena, filóloga licenciada en la Universidad de Deusto y doctoranda en la UPV, va más allá. 'Mi valoración es positiva, aunque he echado de menos un enfoque más práctico. El principal pero que se le puede poner al curso es su duración. 32 horas cunden muy poco. Sería conveniente ampliarlo o transformarlo en un curso de posgrado con una estructura y una duración similar a la de un máster', señala.

Para Iurgi, estudiante de Periodismo, la formación obtenida en el curso es un primer paso para poder enseñar español a personas que no lo tienen como lengua extranjera, pero, a su juicio, la preparación debe ser más extensa y específica.

'Es una buena base, pero no es suficiente. Hace falta una mayor preparación. De todas formas, te permite comprobar que hay una vía profesional que te puede permitir viajar a otros países, enseñar un idioma y poder contar con un trabajo, lo que ya es algo más de lo que ahora mismo da el periodismo', asegura.

Un examen sincronizado

Los potenciales clientes de los estudiantes que desean orientar su vida profesional a la enseñanza de español a extranjeros se encontrarán tarde o temprano frente a los exámenes que elabora el Instituto Cervantes para evaluar y certificar el conocimiento de la lengua castellana, pruebas equivalentes a las que organiza el Instituto Goethe alemán o los exámenes de inglés, como el First Certificate o el Proficency. En el caso del País Vasco, la UPV en Álava y la Universidad de Deusto en Vizcaya y Guipúzcoa son los centros donde se celebran estos exámenes. Las pruebas del instituto dirigido en la actualidad por Jon Juaristi se dividen en tres niveles: inicial, básico y superior. Las personas que deseen realizar este examen tienen dos convocatorias, una en mayo y otra en diciembre, aunque este año se ha establecido una tercera cita en agosto. Al igual que en las pruebas que se realizan para la evaluación del nivel de conocimiento en otras lenguas, se sigue todo un ritual para garantizar la igualdad de oportunidades y la ausencia de trampas, tal y como explica Ángeles Líbano, profesora de Lengua Española de la Universidad del País Vasco (UPV). 'Los exámenes llegan en sobres cerrados y lacrados a las universidades que tienen un acuerdo con el Instituto para la celebración de las pruebas, así como a los centros que el Instituto Cervantes tiene en el mundo. En todos ellos, a excepción de las zonas con diferencia horaria, se abre al mismo tiempo. Una vez cumplimentado, el ejercicio se recoge y se envía al Instituto, donde serán corregidos', explica. A lo largo de dos días, se realiza, además de las pruebas escritas, tanto gramática como de redacción y de comprensión de textos, pruebas orales para comprobar el manejo y la comprensión del idioma hablado.

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