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Monteseirín ofrece a Sevilla como puente de diálogo permanente entre Marruecos y España

La crisis diplomática centró el quinto seminario hispano-marroquí de periodistas

Tereixa Constenla

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, aprovechó ayer la clausura del quinto seminario hispano-marroquí de periodistas para postular a la capital andaluza como sede estable de entidades que faciliten el diálogo entre España y Marruecos. La ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países centró ayer el encuentro, en el que también quedó patente la distancia que separa a los informadores de cada país a la hora de analizar la inmigración o el conflicto saharaui. El consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, abogó por profundizar en la cooperación.

Alfredo Sánchez Monteseirín recurrió ayer a la situación geográfica de Sevilla para proponer a la ciudad como puente permanente en el diálogo entre España y Marruecos. El alcalde planteó la posibilidad de que la ciudad se convierta en sede de entidades dirigidas a mejorar la relación entre 'Oriente y Occidente'. 'En esta ciudad se dan condiciones más que suficientes para que sea lugar de encuentro porque vivimos en el Sur, pero somos también del Norte', dijo.

Durante la clausura del quinto seminario hispano-marroquí, celebrado ayer en la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo y al que asistió el ex presidente del Gobierno Felipe González, el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, abogó por profundizar en la cooperación y planteó la necesidad de abordar un nuevo marco de relaciones. El consejero recordó el programa de desarrollo transfronterizo, que contempla actuaciones en el Norte de Marruecos, apoyadas por la Junta de Andalucía y el Gobierno marroquí.

El desarrollo de este programa, sin embargo, está congelada por la crisis diplomática hispano-marroquí. Zarrías pidió una rápida normalización de las relaciones y, al igual que habían expuesto varios participantes a lo largo del día, atribuyó parte de la responsabilidad en el enfrentamiento a la pervivencia de estereotipos en ambas orillas. Ni España fomenta las actitudes xenófobas, ni Marruecos es una sociedad medieval que fomenta la emigración, planteó.

Las intervenciones de los asistentes al seminario evidenciaron la distancia que separa las visiones de los periodistas de ambos países sobre temas como la inmigración o el conflicto saharaui. El periodista Boughaleb Attar censuró el 'poso de rechazo' que percibe en la sociedad española hacia los inmigrantes marroquíes y que conduce hacia actos 'xenófobos'. Después de señalar la imposibilidad marroquí de frenar la salida de los jóvenes, achacó buena parte de los deseos de emigrar a la imagen que ofrecen los medios de comunicación españoles. 'Las parabólicas los empujan a la aventura', dijo. Attar reconoció, sin embargo, un contrapunto loable en los movimientos de acogida y en la actitud 'positiva' de los medios de comunicación a la hora de reflejar el fenómeno.

Sin embargo, el retrato que refleja, en general, la prensa española de Marruecos suscitó bastantes críticas. 'No se presenta nunca desde el punto de vista de la modernidad', indicó el director de publicaciones de La Verité, Abdellah Amrani. Fue también uno de los periodistas que se detuvo más sobre el tema pesquero -la no renovación del acuerdo fue una de las razones de la crisis- y planteó como alternativa para la flota española la creación de empresas mixtas.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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