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LA CAÍDA DE CHÁVEZ

Chávez está arrestado en un centro militar de Caracas por la muerte de 15 civiles

Un general asegura que el mandatario ordenó disparar contra los manifestantes

El depuesto presidente Hugo Chávez está desde ayer en un cuartel militar de Caracas para ser juzgado por su presunta responsabilidad en la represión que causó 15 muertos y 110 heridos. La cifra oficial de las víctimas la dio el doctor Ely Durán, médico forense del depósito de cadáveres de Caracas, al señalar que, de los 15 muertos, 14 eran hombres y una mujer. Chávez 'se entregó' a dos generales, según fuentes militares, que aseguraron que está detenido para responder por las muertes de civiles. Aunque los militares difundieron su supuesta carta de renuncia, otros dirigentes dudaban de ella.

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El general Néstor González, que el martes pasado acusó al presidente de 'traidor a la patria' por proteger a la guerrilla colombiana, llevó a Chávez a las cuatro de la madrugada, hora local (diez de la mañana en España) al Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de la Defensa, donde se encuentra detenido a la orden de las nuevas autoridades militares. Después de sumarse a unos 30 oficiales de alto rango de la Fuerza Armada Nacional que desde las nueve de la noche del jueves empezaron a sublevarse y pedir la dimisión del mandatario, el comandante del Ejército, el general Efraín Vásquez Velasco, dirigió la operación de la rendición de Chávez. El generalato en pleno se rebeló contra el presidente. Los militares se opusieron y desobedecieron su orden de utilizar la fuerza armada para reprimir al pueblo. Chávez siempre había repetido en sus interminables discursos: '¡Maldito el soldado que use su arma contra el pueblo!'.

La tarde del jueves, la marcha de los caraqueños descontentos, que se habían volcado a las calles con cacerolas para apoyar la huelga indefinida y pedir la dimisión de Chávez, se desvió al palacio de Miraflores para reclamar ante sus narices la salida rápida del cargo.Chávez lanzó un mensaje televisivo de dos horas cuando los manifestantes se acercaban a Miraflores y suspendió la señal de las televisoras privadas para que no mostraran las imágenes de la matanza.

En una de las avenidas céntricas, en las cercanías de Miraflores, grupos armados de los llamados Círculos Bolivarianos emboscaron a la multitud de manifiestantes. Escondidos en los puentes y ventanas de los edificios, se apostaron francotiradores identificados con el partido Movimiento Quinta República (MVR). Imágenes grabadas por el canal Venevisión muestran cómo disparaban a mansalva contra los indefensos manifestantes.

Condena de la matanza

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Los venezolanos repudiaron esta matanza. El general inspector de la Guardia Nacional, Héctor Ramírez Pérez, declaró que él se opuso a la orden de Chávez de masacrar a la población civil y aseguró que lo había escuchado llamar a los Círculos Bolivarianos para que se enfrentaran a los manifestantes.Tanto su declaración como las imágenes grabadas son las pruebas que se manejarán para enjuiciar a Chávez, quien además tiene al menos nueve solicitudes de juicios que reposan en la Fiscalía General y en el Tribunal Supremo de Justicia durante los tres años y dos meses que estuvo en el poder.

Los periodistas que cubren la información del palacio presidencial de Miraflores comentaron a sus colegas que, en sus horas finales en el poder, Chávez intentó suicidarse dos veces, pero se lo impidieron los que le rodeaban, entre ellos su hija mayor, Rosa Virgina Chávez, y su esposa, Marisabel Rodríguez, quien viajó a su ciudad natal, Barquisimeto. Los oficiales rebeldes impidieron que Chávez escapara en avión. Para ello tomaron el control del aeropuerto caraqueño de La Carlota y de otros aeropuertos cercanos a la capital.

Cuando era teniente coronel de la brigada de paracaidistas del Ejército, Chávez dirigió una intentona golpista, que fracasó el 4 de febrero de 1992. Su ascenso al poder lo logró en diciembre de 1998 con los votos y no con las balas. No obstante, Chávez trató de glorificar cada aniversario del 4-F durante los tres años de su gestión, y lo habría celebrado hasta el 2021, según declaraba constantemente.

En su derrocamiento los oficiales rebeldes no tuvieron que disparar ni una bala. Chávez no quiso dimitir de forma pacífica el jueves, cuando la multitud se lo pedía también pacíficamente. Fue necesario sacrificar varias vidas para que dejara el cargo, del cual sale con las manos manchadas de sangre. Ya no puede lucir una imagen glorificada de mártir o víctima de la oposición, sino de 'asesino', como se lo echaron en cara sus compañeros de armas.

La policía trata de impedir que un manifestante llegue hasta el palacio de Miraflores durante la marcha del jueves.
La policía trata de impedir que un manifestante llegue hasta el palacio de Miraflores durante la marcha del jueves.AP

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