ETA mata al edil socialista de Orio en vísperas del congreso del PSE
Los terroristas tirotearon a Juan Priede cuando tomaba café en un bar sin sus escoltas
ETA asesinó ayer al único concejal socialista de Orio (Guipúzcoa), Juan Priede Pérez, de 69 años, dos días antes de la celebración del congreso extraordinario del PSE, al que él, como secretario de la agrupación local, iba a asistir al frente de los tres delegados de esta localidad. Priede, viudo y con tres hijos, recibió dos tiros que le atravesaron la cabeza a las 14.20, cuando tomaba café en la barra del bar Gure Txoko, en la calle Arotzaga de Orio, muy próximo a su casa. El concejal había bajado al bar sin esperar a los dos escoltas que tenía asignado desde que la Ertzaintza tuvo constancia de que era un objetivo inminente del comando Buruntza, el grupo más sanguinario del llamado complejo Donosti, cuando lo desarticuló en agosto pasado.
Los dos escoltas, pertenecientes a una empresa de seguridad privada contratada por el Departamento de Interior del Gobierno vasco, habían acompañado a Juan Priede hasta su domicilio, en el casco antiguo de Orio, a las 13.30. 50 minutos después, el edil bajó al bar, que solía frecuentar a esas horas.
Cuando ya tenía servido el café que iba a tomar, dos personas a cara descubierta entraron en el establecimiento y, tras espetar un '¡que no se mueva nadie!' a los cinco clientes y a la dueña, dispararon a bocajarro contra el edil socialista, que cayó desplomado y falleció inmediatamente. Presentaba, al menos, dos impactos de bala en la cabeza, uno de ellos con entrada por el occipital y salida por la frente. Posteriormente, la Ertzaintza recogió en el local tres casquillos de 9 milímetros parabellum.
Los dos agresores -uno de ellos no era muy joven, según un testimonio- huyeron rápidamente en un Peugeot 306 de color gris, en el que les esperaba un tercer terrorista al volante para darse a la fuga. La policía vasca halló el coche media hora después, junto a la autopista Bilbao-Behobia (A-8) que cruza la vega de Orio, cerca de un cruce desde el que se pueden tomar distintas direcciones. Los terroristas lo habían robado a punta de pistola a mediodía, en las cercanías del Ayuntamiento de Lasarte. Tras encerrar en el maletero a su propietario, lo abandonaron atado a un árbol en la vecina localidad de Andoain para desplazarse a continuación a Orio.
El Ayuntamiento de Orio está encabezado por el PNV, que dispone de 5 ediles. EH tiene 3 concejales, y EA 2. La formación que lidera Arnaldo Otegi forma gobierno con las otras dos fuerzas nacionalistas: dispone de dos concejalías.
Juan Priede, el único concejal no nacionalista en esta corporación y uno de los cargos públicos del PSE más veteranos, es el noveno militante socialista asesinado por ETA desde 1979 y el quinto desde que la organización terrorista rompió la tregua, en diciembre de 1999. En las últimas semanas, en pleno debate precongresual de los socialistas vascos tras la dimisión de Nicolás Redondo como secretario general, los terroristas arreciaron su presión asesina sobre la militancia del PSE para intentar interferir en el proceso de reflexión. El mes pasado trataron de matar al dirigente de las Juventudes Socialistas Eduardo Madina con una bomba lapa que le amputó una pierna, y poco después a la concejal de Portugalete Esther Cabezudo y su escolta, que se libraron de una potente explosión. El último acto oficial al que acudió el edil asesinado ayer fue el homenaje celebrado el miércoles en recuerdo de Froilán Elespe, muerto por ETA hace un año. En este acto, que concentró a casi dos centenares de cargos electos socialistas, planeaba, a modo de oscuro presagio, la intuición de que ETA podía intentar un nuevo zarpazo antes del congreso de este fin de semana.
El asesinato de Priede conmocionó a los socialistas y a la clase política vasca, que se acercó en masa a Orio, a pesar de las dificultades derivadas de las retenciones de tráfico que originaron los controles de la Ertzaintza.
Este atentado indica que ETA ha logrado reconstruir alguno de sus grupos en Guipúzcoa. El más sangriento talde del llamado complejo Donosti, el comando Buruntza, fue desarticulado por la policía autonómica el pasado mes de agosto, culminando una sucesión de caídas que afectaron a otros grupos creados durante la tregua por Javier García Gaztelu, Txapote.
La reaparición de ETA en Guipúzcoa -no había cometido un atentado en este territorio desde que el 23 de noviembre asesinó a dos ertzainas en Beasain- se ha producido con un rasgo reseñable que ayer pusieron de relieve fuentes policiales. Los terroristas han orillado la dinamita y han vuelto a utilizar las pistolas, un procedimiento más arriesgado para ellos y que requiere entrenamiento y precisión.
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