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El ataque a la mezquita de Cervera tuvo un móvil personal

Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer a Mateo F. N., de 46 años y vecino de Cervera (Segarra), como presunto responsable de los daños causados la pasada semana en una mezquita y en una carnicería islámica de esa ciudad. El detenido, que ha quedado en libertad, confesó ante el juez la autoría de los hechos y manifestó que en aquel momento se encontraba bajo los efectos del alcohol.

El atentado contra la mezquita y un comercio regentado por inmigrantes se produjo alrededor de las diez de la noche del pasado día 4, cuando un desconocido efectuó en la puerta del primer local una pintada con la palabra moros y, a continuación, lanzó contra ella un artefacto incendiario de fabricación casera. Poco después la misma persona repitió la acción contra la carnicería islámica. En ambos ataques los destrozos fueron de poca importancia.

El detenido explicó ante la policía y ante el juez que no actuó por un móvil racista, sino por 'motivos personales', y añadió que estaba muy dolido porque una hija se había marchado de casa con su novio de nacionalidad marroquí, sobre todo porque él no consentía dicha relación sentimental. También señaló que cuando lo hizo iba bebido.

El Ayuntamiento y muchos vecinos de Cervera, ciudad donde la tasa de inmigración supera el 11%, calificaron el ataque contra intereses de la comunidad musulmana de 'gamberrada'. Sin embargo, para el responsable de la mezquita se trató de una acción racista. La apertura de este local de 70 metros cuadrados, situado en los bajos de un bloque de pisos de la avenida del Mil.lenari, provocó tensiones con los vecinos.

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