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Cinco soldados europeos mueren en Kabul al desactivar un misil ruso

Once militares españoles forman parte de la unidad a la que pertenecían los fallecidos

Cinco soldados europeos, tres daneses y dos alemanes, murieron ayer en Kabul y otros cinco resultaron heridos, dos de ellos muy graves, al explosionar accidentalmente un misil antiaéreo que intentaban desactivar. Se trata de las primeras bajas que sufre la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), desplegada en Kabul desde finales de diciembre bajo mando británico. Once militares españoles, que no se vieron implicados en el accidente, forman parte de la unidad de desactivación de explosivos a la que pertenecían los cinco fallecidos.

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El accidente se produjo a las 17.05 hora local (13.35 en la Península) en el campo de voladuras donde los desactivadores explosionan la munición recogida en Kabul. El lugar se encuentra a unos dos kilómetros de la denominada Warehouse, el centro de apoyo logístico de la fuerza multinacional, a las afueras de la capital afgana, en la carretera de Jalalabad, donde están la mayoría de los 350 soldados españoles.

El capitán Miguel Alejandre, responsable de los tres equipos de desactivadores españoles, explicó por telefóno a EL PAÍS que sus compañeros alemanes y daneses estaban intentando desactivar un misil antiaéreo SA-3 de fabricación rusa, de 6,7 metros de longitud, procedente del arsenal talibán, lo que constituye una operación 'muy compleja'.

Las circunstancias del accidente se están investigando todavía, pero el oficial español explicó que la detonación, que se escuchó con claridad en el cuartel, 'no fue excesiva', por lo que es posible que no estallara toda la cabeza de guerra del misil, con más de 60 kilos de explosivos.

La muerte de los soldados produjo una gran consternación en Berlín. El máximo oficial del Ejército alemán, el inspector general Harald Kujat, habló de un 'accidente sumamente trágico' y rechazó cualquier 'especulación' sobre la falta de equipos para desactivar este tipo de artefactos. Kujat, visiblemente afectado, dijo que los fallecidos eran 'experimentados' militares que contaban con todo el 'material adecuado' para su misión. 'Los accidentes, sencillamente, suceden', se lamentó el general.

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El canciller alemán, Gerhard Schröder, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas, mientras que el ministro de Defensa, Rudof Scharping, suspendió la visita que estaba realizando a Yibuti, para regresar ayer mismo a Alemania.

Tras mostrarse 'consternado' por lo sucedido, el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, reiteró, igual que Schröder, el compromiso de su país con la operación militar en Afganistán, que calificó de 'peligrosa, pero necesaria'.

La ISAF cuenta actualmente con unos 4.500 soldados, de los que 850 son alemanes, y su principal misión consiste en garantizar la seguridad de Kabul, sede del Gobierno provisional de Hamid Karzai. Además, se encarga de recoger proyectiles, minas y munición sin explosionar, para lo que dispone de 18 equipos de desactivadores procedentes de Alemania, Dinamarca, Noruega, Italia, Reino Unido, Francia y España. Los tres equipos españoles, según el capitán Alejandre, relizan dos misiones diarias de inspección, traslado, desactivación o explosión de artefactos -la mayor parte de ellos, minas antitanque o antipersona y munición de distinto tipo-, sin que hasta ahora hayan sufrido ningún incidente. Para cumplir su tarea, los españoles cuentan con tres robots, aunque éstos no sirven para desactivar misiles como el que provocó el accidente de ayer.

Por otra parte, el general estadounidense Frank L. Hagenbeck, quien dirige la ofensiva en las montañas de Gardez, reconoció ayer que cientos de combatientes se han unido a las fuerzas talibanes y de Al Qaeda después de que líderes locales llamaran a la yihad (guerra santa) contra EE UU. Según The New York Times, varios mensajes de correo electrónico detectados recientemente indican que militantes de Al Qaeda están intentando reagruparse en Pakistán, cerca de la frontera afgana.

Un grupo de soldados estadounidenses desembarcan de un helicóptero en una montana cerca de Sirkankel, Afganistán.
Un grupo de soldados estadounidenses desembarcan de un helicóptero en una montana cerca de Sirkankel, Afganistán.ASSOCIATED PRESS

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