Piqué y Pujol acusan al PSC de apoyar la protesta antiglobalización de Barcelona
Los socialistas dan libertad a sus militantes para manifestarse el día 16
El temor a que la cumbre de Barcelona de la próxima semana quede deslucida por la manifestación que protagonizarán los grupos antiglobalización el segundo día de la reunión ha generado tensión entre los socialistas catalanes, por una parte, y los Gobiernos central y autonómico, por la otra. El ministro de Exteriores, Josep Piqué, y el presidente catalán, Jordi Pujol, calificaron ayer la actitud del PSC, liderado por Pasqual Maragall, de 'contradictoria' y 'demagógica' por dejar que sus militantes acudan a la protesta.
No fueron los únicos epítetos que el presidente catalán, apoyado posteriormente por el ministro Piqué, lanzó contra el Partido de los Socialistas Catalanes (PSC) aprovechando una jornada sobre la presidencia española de la Unión Europea organizada por el Patronato Catalán Pro Europa. La actitud del PSC es 'insolidaria' y 'confusa', y hay que 'denunciarla por higiene mental', dijo Jordi Pujol.
El PSC ha dado libertad para asistir a la protesta del día 16 de este mes a los militantes que se identifiquen con las políticas contrarias a la liberalización. Pero este partido está, además, integrado en el llamado Foro Social de Barcelona, una plataforma partidaria de una Europa más social que agrupa a más de 40 entidades, entre las que se encuentran los sindicatos mayoritarios UGT y CC OO, diversas ONG y también grupos cristianos.
Josep Piqué se mostró 'estupefacto' por el hecho de que los socialistas catalanes puedan mostrar 'coincidencias ideológicas' con los manifestantes y, al mismo tiempo, situarse 'al lado de la cumbre'.
La reacción del PSC no se hizo esperar, y su dirección cargó tanto contra Piqué, al que sacó a colación el 'bulo' del viaje de Felipe González a Marruecos y calificó de 'mentiroso', como a Pujol, al que acusó de estar desviando la atención de la 'connivencia' entre la Generalitat y empresas vinculadas a los hijos del presidente catalán.
En su intervención, Piqué remachó también las recetas liberales del Gobierno para sacar a la Unión Europea de la 'decepción' que se ha instalado en su seno por la crisis económica, en la que Europa se ha mostrado incapaz de relevar a Estados Unidos como motor económico mundial. Piqué se mostró 'esperanzado' en que la cumbre de Barcelona remate a finales de la próxima semana un 'cambio de estrategia' para lograr este objetivo, fijado en Lisboa en 2000, y que hoy está 'parado'.
