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El peligro de suicidio

El diagnóstico del psiquiatra de la cárcel de Valdemoro apuntó que Carlos Ruiz Santamaría padecía una psicosis maniaco-depresiva, un trastorno del estado de ánimo que 'suele comenzar en la adolescencia'. Carlos El Negro, según el psiquiatra, pasaba 'fácilmente' del 'humor eufórico a la irritación'. El médico recuerda en su informe que se le trató en la cárcel con antidepresivos (Prozac 20, Anafranil) y neurolépticos (Lagarcil y Halopenisol). En algunas fases de este tratamiento, los síntomas desaparecieron por completo. Cuando le vio por última vez, el psiquiatra apreció en Carlos el Negro una fase mixta, 'con una mezcla de síntomas de manía y depresión', con sentimientos de grave desesperación y tristeza vital. La conclusión que sacó el médico fue que el encarcelamiento agravaba la dolencia y que el interno necesitaba un tratamiento ambulatorio para evitar que su enfermedad se complicase y le llevase al suicidio. Aquella posibilidad fue determinante para que los jueces de la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional considerasen, por primera vez, el recurso del abogado y aprobasen la excarcelación del narcotraficante, atendiendo a 'consideraciones humanitarias y a que la enfermedad aparece como elemento neutralizador del riesgo de fuga'.

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