_
_
_
_
_

La sensualidad de Georgia O'Keeffe cubre sus naturalezas íntimas

La exposición reúne 34 cuadros de 20 museos y colecciones

La artista más popular de Estados Unidos, Georgia O'Keeffe (Wisconsin,1887-Nuevo México, 1986), está representada con sus naturalezas íntimas en una exposición organizada por la Fundación Juan March, de Madrid (Castelló, 77). El montaje de 34 cuadros, procedentes de 20 museos y colecciones, llena la sala de sensualidad en flores, paisajes y abstracciones inspiradas en motivos de la naturaleza.

'Me sorprende que tanta gente separe lo figurativo de lo abstracto. La pintura figurativa no es buena pintura si no es buena en el sentido abstracto'. Las palabras de Georgia O'Keeffe abren la primera exposición amplia que se organiza en España, con una selección de 34 cuadros procedentes de museos y colecciones de Estados Unidos y Europa (hay préstamos del Thyssen-Bornemisza y del Pompidou).

El espacio se llena de naturalezas íntimas, con flores, paisajes y abstracciones pintadas entre 1919 y 1972, finalizando en un óleo premonitorio titulado El más allá. La artista define la buena pintura como una unión de líneas y colores. 'Muchas veces la abstracción es la forma más neta para eso intangible que hay dentro de mí y que sólo puedo aclarar con pigmentos'.

La muestra se inaugura mañana, con una conferencia de Lisa Messinger, conservadora adjunta del departamento de arte moderno del Metropolitan de Nueva York, en la Fundación Juan March, donde permanecerá abierta hasta el 2 de junio. El director de exposiciones de la Fundación Juan March, José Capa, declaró ayer que se ha tardado diez años en poder contar con esta selección de obras, que se centra en las naturalezas, el tema clave y más conocido.

Se suele presentar a Georgia O'Keeffe como un 'icono americano' marcado por la leyenda de una personalidad fuerte y singular, que se aisla en el desierto para hacer una obra en la naturaleza. Las imágenes de la pintora forman también parte de la cultura americana de las primeras décadas del siglo en Nueva York, sobre todo por su vinculación con el fotógrafo Alfred Stieglitz, quien expuso sus primeros dibujos en la galería 291, de Nueva York. Sobre la fotografía de Stieglitz se montó el año pasado una exposición en A Coruña, por la Fundación Barrié de la Maza.

'Creo que en O'Keeffe hay una parte privada y otra pública de su vida. En sus retratos aparece como una mujer muy sensual y femenina, inescrutable, y con el tiempo se la ve más fuerte e independiente en sus convicciones, pero a la vez vulnerable', declaró ayer Lisa Messinger, experta en la pintora y autora del catálogo.Señala que las flores y paisajes son reales y las abstracciones se basan en sus propias experiencias, sobre todo cuando en 1949 se traslada a Nuevo México, donde vive en casas de adobe. Lisa Messinger señala que la artista nunca hizo una interpretación sexual de sus flores. 'Esas formas y líneas son sensuales, quizá no con intención, pero sí con el inconsciente. Prefiero hablar de sensualidad, no de sexualidad'. Dice que hay unanimidad de la crítica sobre 'la artista más vanguardista de la época' y aunque en su trayectoria haya obras desiguales se tapan con el mito.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_