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La mayoría de pymes recurren sólo a la banca privada para financiarse

Las empresas valencianas, que en un 80% son pymes, continúan recurriendo mayoritariamente a la banca para obtener financiación externa, en un porcentaje del 75%. Además, casi ocho de cada diez empresas consultadas no tiene intención de utilizar ningún otro sistema de financiación que el que usan.

Los datos se desprenden de una muestra realizada por la Fundación de Estudios Bursátiles, de la cual se deduce que las empresas de la Comunidad son conservadoras a la hora de buscar financiación. De hecho, el estudio indica que sólo el 25% de las pymes recurre a los mercados financieros, un porcentaje que entre las empresas del mundo sajón, principalmente de Estados Unidos y Gran Bretaña, alcanza el 75%.

De la muestra, tomada en 20 empresas sobre un universo de 300, algunas de las cuales cotiza el bolsa, también se desprende que únicamente un 10% se plantea salir al parqué a medio plazo. Las empresas analizadas desarrollan su actividad en sectores tan diversos como la alimentación y el azulejero. El perfil resultante del estudio es el de una firma familiar en el 60% de los casos, con más de 20 años, más de 50 empleados en nueve de cada diez pymes y una facturación anual que ronda los 18 millones de euros. En la visión de conjunto también se detecta que la empresa valenciana cuenta con un departamento de financiación autónomo. Dentro del perfil dibujado, además, se indica que las empresas trabajan con un intervalo de entre seis y diez entidades financieras. El 95% de las firmas utilizan la banca electrónica para consultar saldos y obtener extractos sobre sus cuentas.

La mayoritaria utilización de la financiación a través de entidades bancarias hace que las empresas valencianas conozcan bien los instrumentos tradicionales, a excepción de la titulización de activos y el capital riesgo. En el sondeo, las firmas consideran que los distintos instrumentos financieros cubren sus necesidades excepto el el tema de subvenciones. Consideración generalizada a pesar de que entre algunas críticas apuntan a que los instrumentos financieros tienen un coste de capital elevado, que los plazos de devolución no se ajustan a sus necesidades, que la cuantía de los fondos obtenidos es inferior a la solicitada y que la documentación que se precisa es 'excesivamente complicada'.

Las empresas, concluye el estudio, no recurren a las alternativas financieras existentes porque éstas 'no están suficientemente difudindas'.

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