_
_
_
_
_

'El terrorista destruyó el día más feliz de mi vida'

Nina Kardashova, de 12 años de edad, nunca olvidará el día de su puesta de largo (Bat Mitz-va). Un activista radical palestino disparó sobre los invitados a su fiesta asesinando a seis de ellos y causando más de 40 heridos. 'El terrorista destruyó lo que debía de ser el día más feliz de mi vida', aseguraba ayer Nina, la hija mayor de los Karsdashova, una conocida familia de Hadera, oriunda de la antigua Unión Sovietica.

La muchacha trataba así de poner en orden las imágenes de una tragedia que había surgido pocos minutos antes de las once de la noche, cuando la fiesta llegaba a su fin. Un hombre de aspecto árabe irrumpió en el Palacio de David, una sala de fiestas. Sin pronunciar palabra, sacó de debajo de su abrigo un fusil de asalto M-16 y empezó a disparar sobre los invitados. 'Estábamos bailando. Era consciente de que la fiesta se acababa. De pronto escuché unos ruidos y pensé que el sistema de sonido se había roto. Un hombre estaba delante de mi tío. Vimos que tenía un arma en la mano. Entendí que estaba disparando'.

Más información
Israel ocupa Ramala y cerca a Arafat tras el último atentado suicida palestino

Alguien, una amiga, la empujó al suelo. La obligó a permanecer estirada sobre la pista de baile, mientras le musitaba al oído: 'Tú no debes morir, no puedes morir el día de la celebración de tu Bat Mitzva'. A su lado permanecían también estirados en el suelo el fotógrafo, su madre, su hermano menor, Anatoli, de 11 años, y ella, Liran Hasson, desde ayer y para siempre, su mejor amiga.

En medio del tiroteo, los invitados reaccionaron con ira, lanzando sobre el activista palestino todo tipo de objetos. El cuerpo de Abdesalam Hassume, de 24 años, quedó tendido en la entrada de la sala, mientras trataba de huir. Permaneció así, sin poder activar su cinturón lleno de explosivos, hasta que un policía descargó su pistola sobre su cabeza.

Brigadas de Aqsa

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La acción fue reivindicada por las Brigadas de Al Aqsa, un ejército clandestino surgido hace poco más de un año y constituido en su mayoría por elementos radicales y disidentes del partido gubernamental de Al Fatah, que dirige el presidente Yasir Arafat. Con esta acción, las Brigadas de Al Aqsa han roto la tregua firmada hace un mes junto con las milicias de Hamás y Yihad Islámica, en la que se comprometieron a no efectuar atentados contra la población civil en Israel.

El atentado es la respuesta de la milicia al asesinato de uno de sus dirigentes, Raid Karmi, que fue abatido por las fuerzas israelíes hace pocos días a las puertas de Tulkarem, en un nuevo episodio de guerra sucia.Convertido en un héroe, Karmi era uno de los líderes más carismáticos de Al Aqsa. Su muerte quedó vengada en Hadera, aunque a costa de abrir una nueva espiral de violencia en el conflicto de Oriente Próximo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_