VUELVEN LAS FIESTAS PROHIBIDAS.
Después del fútbol en pantalón corto, los kabulíes han recuperado un popular juego que fue prohibido por los talibanes. Se trata del busachi, que se practica a caballo y consiste en una especie de partido de polo en el que el objeto de disputa es un ternero decapitado que debe llevarse hasta un extremo del campo.
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