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Reportaje:LAS MANIFESTACIONES DE ESTUDIANTES

Protestas universitarias con mucha historia

Con la democracia, los estudiantes pasaron de manifestarse por cuestiones sociales a académicas

Los comienzos de la democracia española y la década de los ochenta estuvieron marcados por 'un cambio radical en el movimiento estudiantil', según los análisis de los cronistas de la época, que hizo que 'las grandes movilizaciones pasaran a formar parte del archivo histórico', pensaban. La frenética actividad de este movimiento durante el franquismo desarrollada contra asuntos sociales y de derechos humanos, como la pena de muerte, dio paso con la entrada de la democracia a huelgas y manifestaciones contra cuestiones puramente académicas, como la subida de las tasas universitarias, la prueba de selectividad o la entrada de los numeros clausus para el ingreso en los centros universitarios, hoy totalmente asumidos.

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En el curso 1975-1976 había 539.022 estudiantes universitarios en España en 26 universidades públicas y cuatro de la Iglesia. Este curso hay casi el triple de estudiantes, 1.499.000 alumnos, en 50 universidades públicas y en 19 privadas y de la Iglesia.

En la primavera de 1976 se produjeron las primeras protestas universitarias después de la muerte de Franco. El 4 de marzo hubo manifestaciones en varias ciudades (como Madrid, Valencia, Málaga, Salamanca y Zaragoza) de profesores no numerarios (PNN), en las que pedían el contrato laboral para acabar con su situación de precariedad. También participaron estudiantes. Eran movilizaciones que aún tenían del telón de fondo de la contestación política. En la de Madrid participaron alrededor de 4.000 personas, según publicaron los periódicos. Las movilizaciones se saldaron con sanciones a estudiantes en Madrid y con un profesor y un alumno detenidos en Universidad de La Laguna.

Las siguientes revueltas estudiantiles, ya en plena democracia y con la Constitución aprobada, sucedieron en 1979 contra la Ley de Autonomía Universitaria (LAU), que no se llegó nunca a aprobar, pero que sí sirvió para desatar el debate sobre la necesidad de una reforma universitaria, que posteriormente se materializó en la aún en vigor Ley de Reforma Universitaria (LRU), de 1983. Los estudiantes se agruparon en la Coordinadora de Enseñanza Media, que rechazó la LAU y el Estatuto del Estudiante. Entre el 26 de febrero y el 3 de marzo de produjo 'una semana de lucha' en la que se manifestaron 300.000 estudiantes a lo largo de esos días en toda España, según los convocantes.

El 4 de diciembre de 1984 se produjeron nuevas protestas masivas. Según la prensa de entonces, la huelga general de estudiantes, apoyada por los PNN, tuvo 'un alto nivel de participación' con 26 universidades que secundaron el paro. Acudieron a la manifestación de Madrid unos 10.000 estudiantes, según los convocantes. La situación se había disparado ese año con la subida de las tasas en un 14% (pasaron a costar entre 35.000 y 40.000 pesetas), la restricción de las becas y el establecimiento de los numeros clausus en Medicina, ya que en el resto de las carreras estaba considerado 'ilegal' no aceptar a todos los estudiantes que las solicitaban. En el curso 1984-1985 había 788.168 estudiantes universitarios en España en 29 universidades públicas y las 4 de la Iglesia.

Las protestas incluían encierros en facultades, manifestaciones que acababan 'sitiando' al rector (como le hicieron al de la Complutense, Amadeo Schüller) hasta que llegaba la policía, o simbólicas explosiones de los edificios, como ocurrió en el de Ciencias de la Información de Madrid.

Las universidades más combativas eran las de Barcelona, Bilbao, Cádiz, La Laguna, Madrid y Santiago de Compostela. En Salamanca se manifestaron 5.000 alumnos, según la policía; en Oviedo, 500; en Granada, unos 1.000, y en Madrid, alrededor de 5.000. La huelga fue convocada por una coordinadora creada por los estudiantes que formaban parte de los claustros universitarios. Los enfrentamientos de los manifestantes con la policía se producían en prácticamente todas las protestas y también en ocasiones con colectivos ultraderechistas que acudían con bates de béisbol y alguna que otra navaja.

Ya entrado 1985, los estudiantes crearon una confederación de 30 asociaciones universitarias y de enseñanzas medias para organizar las reivindicaciones y actuar de interlocutores con la Administración. Siguieron las protestas en la calle y los jóvenes esperaban aprovechar la nueva legislación de la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE) y de la LRU para establecer en España un movimiento estudiantil estable. Sevilla llegó a sacar 20.000 estudiantes a la calle, todo un hito para la época. Era un movimiento estudiantil de contestación respecto a las expectativas que el Gobierno socialista había generado en educación. Los estudiantes pedían más contundencia en los cambios que los gobiernos afrontaban aún tímidamente.

Manifestación de estudiantes, el 23 de enero de 1987, en la que una alumna resultó herida de bala.
Manifestación de estudiantes, el 23 de enero de 1987, en la que una alumna resultó herida de bala.RICARDO GUTIÉRREZ

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