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La música iraní vuelve a sonar en Herat

Aunque la mayoría de las mujeres conserva su burka, la ciudad de Herat, en el oeste de Afganistán, liberada el lunes de los talibanes, ofrece ya un ambiente relajado y sonriente, al ritmo del bandari, la música iraní que resuena por todas sus calles. Contentos y deseosos de mostrar a los periodistas el 'fin de un calvario de cinco años', muchos se ponen a bailar delante de las cámaras, otros muestran fotos de Mohamed Zahir Shah, el rey derrocado en 1973, que supuestamente se dispone a volver a su país tras 28 años de exilio en Roma.

La pobreza y las dificultades que aguardan a la ciudad hasta que recupere la normalidad son evidentes, si bien la electricidad funciona, algo que no ocurre en los pueblos de alrededor.

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Refugiado en el vecino Irán durante los últimos años, Abdolgani Azimi ha vuelto a casa. 'Estoy en mi patria, ahora son los talibanes los que se han ido', afirma con alegría. La frontera iraní se encuentra a sólo 150 kilómetros de Herat, una ciudad multiétnica de tayikos, uzbekos, hazaras, baluchis y pastunes, muchos de los cuales se han refugiado en el vecino país estos años.

Ismail Jan, héroe de la resistencia antisoviética y antiguo gobernador de la provincia de Herat, más conocido como el León de Herat, lideró la liberación de su ciudad.

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