Jiménez de Parga: "Ningún 'lehendakari' de Oklahoma se opone a las medidas de Bush"

El presidente del Constitucional afirmó que el Estado español 'ha de proporcionar, ante todo, seguridad a los ciudadanos', especialmente cuando 'en el horizonte sombrío aparece el terrorismo'. Jiménez de Parga diseñó como prioridad 'mejorar la vertebración de España', porque 'necesitamos', dijo, 'un Estado con fuerza suficiente para derrotar al terrorismo y capaz de presentarse con autoridad propia ante los otros países de la Unión Europea y ante los iberoamericanos de nuestra familia de pueblos'.

Puntualizó así la gestación histórica del concepto 'patriotismo constitucional' como 'fórmula de adhesión a la Constitución', y explicó cómo en Estados Unidos, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre, se ha producido más bien 'un patriotismo nacional', con exaltación de la bandera norteamericana y con un consenso político y ciudadano ante 'la dureza y fortaleza con que el presidente Bush ha dicho 'hasta aquí hemos llegado' frente al terrorismo, sin que un lehendakari de Oklahoma o unos autonomistas de California se opongan a las medidas acordadas'. 'Nos respetarán más si damos una imagen de Estado bien estructurado, mientras que si aparecemos con versiones distintas, no nos harán caso', dijo.

Junto a la toma de posesión de Jiménez de Parga se produjo la del nuevo vicepresidente del Tribunal Constitucional, Tomás S. Vives, ante el pleno del tribunal, en presencia de políticos, juristas y personal de la institución. Ambos permanecerán en dichos puestos durante tres años, hasta su cese como magistrados.

Jiménez de Parga tomó la palabra para recordar que hace 50 años comenzó a prestar servicios al Estado como funcionario público y que después formó parte de las Cortes Constituyentes y fue 'ministro de la Monarquía'. Desde su larga experiencia docente como catedrático de Derecho Político y Constitucional, afirmó que el quehacer del tribunal 'ha de centrarse en contribuir a la buena vertebración del Estado y en aumentar, hasta donde sea posible, la protección de los derechos y de las libertades de los españoles o, más ampliamente, de todos cuantos, españoles o no, están sujetos a nuestro ordenamiento jurídico'.

Relectura constitucional

Respecto a la 'relectura del texto constitucional de 1978' que, según dijo, 'algunos piden', o incluso la reforma, Jiménez de Parga estimó que, de hacerse, 'debe contar ineludiblemente con el consenso' de hace 23 años.

Tras resaltar del Tribunal Constitucional la 'espléndida tarea como intérprete supremo de la Constitución', Jiménez de Parga propugnó la adecuada tutela de derechos no previstos por los constituyentes de 1978, entre ellos 'el derecho de libertad informática' o en el ámbito del medio ambiente.

A propósito del choque entre el Supremo y el Constitucional, recordó que no es un hecho nuevo ni exclusivo de España. Reconoció que 'las fonteras entre la legalidad ordinaria, que corresponde al Supremo, y la Constitucional' son difíciles de trazar, pero no quiso decir qué tribunal tiene razón, para así poder negociar mejor.

Entre sus preocupaciones principales, se refirió a la llamada 'pena de banquillo', potenciada hoy por los medios de comunicación, especialmente la televisión, y resaltó el gran poder que se ejerce actualmente por la 'televización de la vida pública'.