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ESCÁNDALO FINANCIERO

Hacienda admite que aparcó cuatro inspecciones a Gescartera "por posible ineficacia"

La Agencia Tributaria afirma que no hubo 'conductas concertadas' para favorecer a Camacho

Hacienda abandonó cuatro inspecciones a Gescartera y a sus socios mayoritarios en 1998 por 'posible ineficacia'. La Agencia Tributaria no 'ha constatado' que esas cuatro inspecciones decayeran debido a 'conductas concertadas tendentes a favorecer' a Gescartera y a sus principales accionistas. Su director, Salvador Ruiz Gallup, aseguró que pueden darse 'explicaciones alternativas variadas' a estas 'circunstancias significativas': Admitió alguna 'posible ineficacia', quizá una 'mínima ineficiencia', o una 'priorización del trabajo no óptima'. Y concluyó que nadie es responsable de ello.

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Dossier:: El 'caso Gescartera'

El director general de la Agencia Tributaria, Salvador Ruiz, aseguró ayer que la auditoría interna realizada para investigar si Hacienda permitió algún trato de favor a Gescartera o a su entorno ha concluido favorablemente. 'Hemos investigado todo y no hemos constatado irregularidades', aseguró Ruiz, pues 'todos dicen no haber recibido instrucciones de hacer o de no hacer'. Esta conclusión exculpatoria se extenderá también, añadió, a la investigación realizada sobre Enrique Giménez-Reyna. Hacienda 'no ha detectado' al investigar a Giménez-Reyna 'actuaciones fuera de los parámetros normales de la Agencia Tributaria'.

Nadie hizo nada fuera de los 'parámetros normales', todos dicen 'no haber recibido instrucciones' que pudieran favorecer a Gescartera, pero el hecho cierto, que Ruiz envolvió ayer en una maraña de cifras y expresiones intrincadas, es que en 1998 la Agencia Tributaria aparcó o dejó caer cuatro inspecciones sobre 'otros tantos' contribuyentes del núcleo de Gescartera. Ese núcleo, que la Agencia califica como 'nivel 1' está formado por Gescartera, las empresas de ese grupo y los dos socios mayoritarios, es decir, Antonio Camacho y, hasta su fallecimiento, su padre, José.

En esas cuatro inspecciones se produjeron 'circunstancias significativas'. Según el intrincado lenguaje de Ruiz, 'se dan circunstancias significativas' cuando se ha 'podido' producir 'un perjuicio, económico o no, para los intereses generales que debe proteger la Agencia Tributaria'. Es decir, cuando Hacienda no ha cumplido fielmente con su tarea.

Importancia estadística

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Ruiz intentó minimizar la importancia 'estadística' de esas cuatro inspecciones, todas de 1998, en la vida de Gescartera. Para ello las envolvió en un total de '536 actuaciones de todas las áreas funcionales de la Agencia sobre un censo de 124 contribuyentes'. Esos 124 contribuyentes incluyen a clientes, socios y hasta empleados de Gescartera y las 536 actuaciones suman todo, es decir, no sólo las 20 inspecciones abiertas a este grupo sino también cuándo se les han cobrado los impuestos o se les ha remitido alguna gestión tributaria.

Pero en el núcleo de Gescartera, durante toda la vida del grupo de empresas de Camacho, Hacienda sólo abrió 11 inspecciones. Y, de ellas, hay cuatro en 1998 que resultan, por 'variados' motivos, fallidas. La explicación de las cuatro que ayer ofreció Ruiz y transmitió al Parlamento es tan embrollada como todo lo anterior. En síntesis, ésta fue su explicación:

Hay dos 'actuaciones' (inspecciones) de la Agencia que decayeron porque 'no se produjo la reasignación de los expedientes a otros actuarios' (inspectores) cuando éstos 'no pudieron finalizarlos' o porque 'cambiaron de trabajo' o porque soportaban una gran 'carga de trabajo'. Es decir, dos inspecciones al núcleo de Gescartera quedaron en el cajón porque o bien los inspectores encargados cambiaron de ocupación o tenían demasiadas tareas asignadas. En uno de estos casos, el fraude que dejó de investigar Hacienda 'ha prescrito'. En el otro, 'no llegó a notificarse el inicio de las actuaciones inspectoras'.

El el tercer caso, la Agencia 'ha constatado' ahora que no actuó en 1998 'a pesar de disponer de información significativa sobre parámetros de relevancia fiscal del contribuyente'. ¿Por qué, si la información era 'significativa' y relevante, no hizo nada? La explicación ofrecida por la Agencia Tributaria es que el jefe de la 'dependencia' que se encontró estos datos creyó 'que se trataba de una empresa domiciliada en Madrid'.

La explicación de por qué también se cerró en falso la cuarta inspección es algo menos confusa: 'Se procedió a la incoación de actas previas de comprobado y conforme sin haberse investigado toda la información relevante obrante en el expediente'. Es decir, se dio carpetazo a la inspección sin mirar todos los datos.

Eso sí, la Agencia Tributaria ha realizado 'una investigación exhaustiva de los expedientes' y ha concluido que 'no se infieren indicios suficientes que motiven la iniciación de procedimientos que pudieran dar lugar a la exigencia de responsabilidades disciplinarias'. Y Ruiz añadió: 'Cuanto menos penales'. Es decir, 'nadie' en Hacienda hizo 'nada' que le haga responsable de estos cuatro olvidos.

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