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'Jamás participé en la gestión ni ejercí poderes'

José Manuel Pichel Jallas, consejero delegado de Gescartera, imputado en la desaparición de 18.000 millones de pesetas, y ex director general de la Fundación ONCE, siguió ayer en el Congreso de los Diputados la estrategia iniciada por los dos principales imputados, Antonio Camacho, dueño de la agencia de valores, y Pilar Giménez-Reyna, presidenta. Pichel se acogió al derecho constitucional de no contestar a las preguntas de los diputados. Pero antes quiso 'dejar constancia de que jamás' participó en la gestión de Gescartera y que 'nunca' ejerció poderes en la misma. Se presentó como una 'víctima' al explicar que había perdido sus inversiones en Gescartera y anunció su disposición a declarar en la comisión de investigación si la juez le levanta su condición de imputado.

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Los diputados, con distinto grado de agresividad, le plantearon la incongruencia de ser consejero delegado de Gescartera y, a la vez, ser una víctima más de ese fiasco. El más amable, el que le pidió que respondiera para poder 'seguir confiando en la ONCE y en las instituciones que trabajan en este ámbito de ayuda a las personas ciegas', fue el diputado de CiU Jordi Jané. El más agrio, le dijo que 'el que callaba en esta Comisión se hacía culpable', fue Vicente Martínez Pujalte, portavoz del PP en la comisión.

El gesto hierático de Pichel no varió ni un ápice pese a que las preguntas eran acusaciones más o menos veladas. Y cuando los comisionados le exigían pronunciarse, por ejemplo, sobre 'qué contraprestación le ofrecieron para que aceptara ser consejero delegado', como hizo Martínez Pujalte, Pichel, sin inmutarse, contestaba: 'Me sigo acogiendo a mi derecho a no declarar'. O cuando Jordi Jané le dijo: 'Usted está en la trama', y le preguntó si compartió con Pilar Giménez-Reyna información privilegiada sobre compra de acciones del BBV o de Argentaria unos días antes de que se produjera la fusión entre ambos bancos.

Felipe Alcaraz, de IU, elevó las acusaciones a la ONCE. Le recordó que además de ser consejero delegado de Gescartera era director de la Fundación ONCE y que esta institución, por sus estatutos, no puede hacer inversiones como las de Gescartera. 'Es una inversión antiestatutaria que supone un gravísimo quebranto de las reglas del juego' para la ONCE, le recriminó Alcaraz.

Pedro Azpiazu, diputado del Partido Nacionalista Vasco (PNV), preguntó directamente si el dinero que invirtió de la ONCE era 'blanco o negro', y le interrogó por las relaciones con la CNMV y la familia Giménez-Reyna.

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El PSOE optó por pedir que constaran en acta sus preguntas pero, en vista de la negativa de Pichel, no las leyó en la comisión.

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