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Campeonatos del mundo de Edmonton | ATLETISMO

María Vasco marcha hacia el podio

Carlos Arribas

A María Vasco la medalla de bronce en los Juegos de Sydney, aparte de convertirla en una figura popular ('me conocen por la calle') le ha dado la tranquilidad y el punto de confianza necesario para plantearse hoy, en la final de los 20 kilómetros marcha. 'Salgo sin presión, disfruto de lo que hago', dice la barcelonesa. 'No voy a salir tan reservada como en Sydney, pero tampoco voy a intentar seguir a las locas habituales. Sé a qué ritmo puedo ir. Se trata de ir resguardada pero delante y aguantar al máximo'.

No es mal plan para una prueba de hora y media como los 20 kilómetros. 'Hay que competir con cabeza'. La marcha es una disciplina de mucha igualdad, con un grupo de 10 o 15 atletas a un nivel similar. Entonces, el triunfo depende de pequeños detalles. 'Sé, por ejemplo', dice Vasco, espectacular pelo corto de rubio platino, 'que hay unas cuantas con mejor marca que yo, pero eso no quiere decir nada en un campeonato, que es una carrera diferente, muy vigilada por los jueces, que son más estrictos. No sé nada de nombres de rivales, ni me preocupa. Simplemente sé que estoy bien. Y sólo espero tener una buena tarde, que no me pase lo que a Paquillo o a los del maratón'. Ellos sufrieron por la excesiva humedad de la ciudad del río Saskatchewan norte. Desde entonces, desde el pasado fin de semana, las temperaturas han bajado, ha soplado el viento y hay nubes. 'Espero, por lo menos, que en la prueba haga sol, aunque tampoco quiero que sea un sol que rompa las piedras'.

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Una preocupación que no tendrá será la del miedo a los jueces, que cuentan desde Edmonton con una nueva arma, la de la roja directa en los últimos momentos de la carrera. 'Las reglas no me preocupan', dice la marchadora, 'mi técnica es regular. Son las rivales las que tienen problemas; a mí nunca me han descalificado'.

Desde Sydney, la barcelonesa ha pasado por un tercer cambio, el de entrenador. Ahora trabaja con Josep Marín, el técnico de Márquez y Massana, lo que parece haberla afectado sólo positivamente. 'He mejorado mi récord de 10 y también el de 20 kilómetros, así que supongo que me he adaptado bien al cambio de técnica, estoy al cien por cien', dice. 'Antes, con el otro técnico, hacía más velocidad, más series; ahora, sin cambiar el volumen de kilómetros, hago más cambio de ritmo. Me he dado cuenta de que no hay que hacer series cada día para ser más rápida'.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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