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Reportaje:

El laberinto mundial

Hemen eta Munduan es un reflejo de la complejidad del movimiento antiglobalización

Presentes aún las imágenes de la cumbre del G-8 en Génova (Italia), muchos intentan aún comprender un movimiento, el de la antiglobalización, que siendo uno de los fenómenos sociológicos y políticos más importantes de los últimos tiempos es también una de las mayores incógnitas. Pero saber qué tienen en común todas las organizaciones que lo componen es una tarea difícil porque la complejidad y diversidad del movimiento es tal que no hay una única respuesta.

Hemen eta Munduan (Aquí y en el mundo) es un ejemplo de esa complejidad, que ellos mismos admiten. El mayor grupo antiglobalización del País Vasco nació con el objetivo de dar una cierta unidad a la actuación de los diferentes grupos vascos relacionados con la solidaridad internacional. Pero la misma organización es un ejemplo de la diversidad que caracteriza a estos movimientos. Más que una asociación, Hemen eta Munduan es una red de organizaciones que engloba a grupos de muy distintas sensibilidades políticas y sociales. No tienen una única ideología, ni personalidad jurídica, ni responsables, y ni siquiera tienen una sede fija. Y no quieren tenerla.

Su lucha se manifiesta de muy diversas maneras pero lo que les une es la protesta contra un tipo de globalización que margina a las tres cuartas partes de la sociedad. No están en contra del desarrollo tecnológico y no se oponen frontalmente a las técnicas de la agricultura moderna, sino a su mal uso. No predican el socialismo ni ninguna otra ideología definida. Su objetivo no solo no es ofrecer una alternativa a la globalización que critican, sino que no quieren hacerlo.

Demasiada inconcreción, quizá, y sin embargo es lo que les da su fuerza. 'Hemen eta Munduan es un movimiento de protesta que sólo reclama un modelo económico y social que tenga más en cuenta las relaciones humanas y no solo las leyes del mercado. A partir de ahí, pedimos la libertad para que cada pueblo decida por sí mismo, libres de las presiones de los países ricos' explica Jon Sanz, uno de los 'irresponsables' de la organización, como él se define.

Esa falta de una ideología única es lo que mantiene el movimiento antiglobalización unido. Y desde Génova más. 'Lo importante son las relaciones humanas y lo que hemos conseguido en Hemen eta Munduan y ahora en Génova es crear un ambiente de tolerancia y de respeto absoluto a las ideas de los demás que es lo más enriquecedor de este proyecto', asegura.

Pero ese respeto se extiende también a quienes defienden sus ideas con acciones violentas. 'Nosotros no practicamos la violencia, sino la resistencia pacífica, pero no vamos a aislar a quienes han optado por otros métodos, aunque no sean los adecuados, porque luchamos por lo mismo' asegura Jon. Son conscientes, en cualquier caso, de que las imágenes de coches quemados y lunas destrozadas no les beneficia y les desacredita a los ojos de muchos, pero recuerdan que la inmensa mayoría de los heridos los han puesto ellos.

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Denuncian además la criminalización de que son objeto. 'Los gobernantes deberían buscar los motivos de esa rabia que lleva a la violencia, en lugar de deslegitimarnos sin más' añade. Asegura que le 'hierve la sangre' cuando se califica las movilizaciones antiglobalización de 'vacaciones alternativas' cuando su preparación les lleva meses de trabajo, horas de sueño y parte del sueldo.Asegura que acudir a Génova ha sido duro, no solo por las precarias condiciones de alojamiento sino porque enfrentarse a la policía sabiendo que 'vas a cobrar' no es nada fácil.

De esa violencia policial, no culpan a los que la ejercen sino a los gobernantes que la ordenan y que amurallan ciudades pretendiendo excluirles del debate. 'Está claro que este tipo de democracia no funciona cuando ocho personas que no tienen legitimidad para ello deciden sobre el destino del mundo y se niegan a escuchar a 200.000 personas que han venido de todas partes del mundo', asegura Imanol, otro miembro de Hemen eta Munduan.

'El futuro es nuestro' es el lema de la organización y aseguran que sea donde sea la próxima cita, allí estarán.

Una protesta contra la globalización frente al BBVA en Bilbao.
Una protesta contra la globalización frente al BBVA en Bilbao.LUIS ALBERTO GARCÍA

Exceso de fuerza

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