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La Fiscalía malagueña pide un registro para frenar el uso de cebos envenenados

El uso de cebos envenenados para preservar los rebaños de las alimañas es una práctica que con frecuencia causa la muerte de ejemplares de especies protegidas. En su memoria del año 2000, la Fiscalía de Málaga ha propuesto la creación de un registro en el que se deje constancia de todas las personas que adquieran los productos empleados en su fabricación, una medida que, según el ministerio público, contribuiría a frenar su uso ya que aportaría un indicio sobre los presuntos responsables del delito.

La propuesta se produce ante las dificultades que ha encontrado hasta ahora la Fiscalía de Medio Ambiente para probar la autoría de estas prácticas castigadas a través de la figura del dolo eventual del Código Penal. El registro se plantea como un control administrativo que justamente iría encaminado a facilitar la persecución del delito. Para el fiscal Juan Carlos López Caballero, registrar los nombres de los compradores, la cantidad adquirida y la fecha de la compra constituiría una 'primera prueba indiciaria'.

Aunque no especifica datos sobre el número de diligencias tramitadas el año pasado, la memoria destaca que la práctica de los cebos envenenados tiene 'una incidencia gravemente negativa para la fauna protegida de la provincia' y contribuye a la 'pérdida irreparable' de especies amenazadas.

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