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Reimplantado a un niño el brazo que le arrancó un tiburón en un parque de Florida

Un niño de ocho años ha recuperado el brazo que un tiburón de más de dos metros de largo le arrancó mientras nadaba en las aguas de un parque nacional del Estado de Florida (EE UU). Un equipo de cirujanos del hospital Baptist de Pensacola logró reimplantarle el brazo tras una operación que duró casi un día entero.

Jesse Arbogast le debe la vida a su tío, que nadaba cerca de él y heroicamente consiguió arrastrar al voraz escualo hasta la playa, donde los salvavidas lo mataron para extraer de entre sus dientes la extremidad del niño. Tuvieron que dispararle tres tiros en la cabeza para poder abrirle las mandíbulas con fórceps. Todo ocurrió a últimas horas del atardecer del viernes en el parque Gulf Islands National Seashore, cerca de la ciudad de Fort Pickens, donde la familia Arbogast, oriunda de Misisipí, pasa las vacaciones de verano.

El tiburón, de dos metros y medio y 190 kilos, dejó a Jesse desangrándose y sin pulso, explicaba ayer el jefe del equipo médico que le operó, Jack Tyson. 'Aún no sabemos si ha sufrido daños neurológicos a causa de la pérdida de sangre'. Fue una intervención tan complicada que los doctores necesitaron turnarse cada 12 horas. El niño permanecía ayer en cuidados intensivos, pero fuera de peligro. Los médicos declararon ayer que esperan que crezca normalmente, aunque pasarán meses hasta que puedan determinarlo con seguridad.

Las aguas turbias

Según las autoridades del parque Gulf Islands National Seashore, el ataque probablemente se debió a la escasa visibilidad de las aguas. Los tiburones tienen mala visión y cuando las aguas están turbias o hay oscuridad se defienden instintivamente del peligro lanzando dentelladas contra todo lo que se mueve. Cuando Jesse nadaba eran casi las ocho y media de la tarde.

Es la segunda vez en la última semana que se produce una embestida similar en las costas de Florida, consideradas como el paraíso de los tiburones. De los 79 ataques de tiburones que ocurrieron el año pasado en el mundo, 34 fueron en este Estado del sur de Estados Unidos. Sólo 10 fueron mortales; en la mayoría de los casos, por desangramiento.

Un estudio del Center for Shark Research del Laboratorio Marino de Sarasota (Florida) señala que, en las dos últimas décadas, un 70% de las víctimas sufrió heridas, y un 20%, desmembramientos. El estudio también revela que el verano es también la época favorita de los tiburones para acercarse a las playas. Las autoridades insistieron en que los bañistas no deben alejarse de la playa cuando nadan, ya que los tiburones prefieren las aguas frías alejadas de la costa.

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