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Gran Premio de Holanda | MOTOCICLISMO

Biaggi y la lluvia baten a Rossi, y Alzamora y De Gea suben al podio

El duelo entre italianos de la categoría reina lo decidió esta vez la lluvia. Cuando faltaban cuatro vueltas para el final de la carrera, un repentino chaparrón abortó la trepidante lucha que se veía venir entre los irreconciliables Max Biaggi (Yamaha) y Valentino Rossi (Honda), con el tercer compatriota, Loris Capirossi (Honda), como testigo. La carrera fue interrumpida y Biaggi, que en ese momento se encontraba en cabeza, fue declarado vencedor tal como marca el reglamento si se han recorrido más de las dos terceras partes de la distancia programada. Fue una pena porque parecía que Rossi y Biaggi iban a resolver sus diferencias de forma natural sobre el asfalto, y ninguno de los dos estaba dispuesto a renunciar al triunfo. La resolución al planteamiento de la carrera fue tan decepcionante que hasta a los protagonistas les supo mal. 'Había que parar porque seguir era peligroso, pero nos perdimos cuatro vueltas interesantes', dijo Biaggi, que tiene a su enemigo 21 puntos por delante en el Mundial.

Hasta llegar a la detención prematura de la carrera, los tres italianos habían vuelto a dar muestras de superioridad. Tras los primeros compases en que permitieron la presencia del brasileño Alex Barros (Honda) y del aún campeón Kenny Roberts (Suzuki), cuando apretaron el paso se quedaron ellos tres solos para dirimir la rivalidad que tiene en vilo a su país.

Puesto que la prueba había comenzado con el suelo seco, todos los pilotos llevaban neumáticos lisos, y en cuanto apareció la lluvia no hubo otro remedio que interrumpir la apasionante lucha. Habrá que esperar al domingo que viene en Donington (Inglaterra) para vivir el siguiente capítulo. Si los italianos volvieron a dominar, los españoles tuvieron otra jornada para olvidar. Àlex Crivillé (Honda) y Carlos Checa (Yamaha) se cayeron en las vueltas iniciales, cuando se descolgaban del grupo principal, mientras que Sete Gibernau (Suzuki) era séptimo.

Éxito español

Por el contrario, la prueba de 250 proporcionó una alegría insospechada a la afición española. La incertidumbre por la lluvia, que había parado tras la carrera de 125 pero había dejado la pista aún mojada, provocó que la elección de neumáticos se convirtiera en una lotería. En este juego, los favoritos habituales perdieron, y salieron beneficiados pilotos inesperados, como Jeremy McWilliams (Aprilia), que logró su primer triunfo a los 38 años y rompió con 15 de sequía británica, y los españoles Emilio Alzamora (Honda) y David de Gea (Yamaha), segundo y tercero respectivamente. 'Estábamos atrás en la parrilla y apostamos por las gomas lisas', explicó Alzamora, quien como De Gea subió por primera vez a un podio de 250. El piloto de Lleida ya ha sido campeón del mundo de 125 y necesitaba este resultado para consolidar su adaptación a la nueva cilindrada. Para el murciano De Gea fue el día más feliz de su vida: 'Llevaba esperándolo desde los 16 años'. Nunca antes había pisado un cajón mundialista.

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