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Huelguistas del Clínico destruyen biopsias y ordenadores y retienen al equipo directivo

El paro está convocado por la CGT, mientras que CC OO y UGT se oponen a él

Miquel Noguer

La destrucción de las muestras para biopsias es, a juicio de la dirección del centro, una muestra de la virulencia de algunos huelguistas, que intentan paralizar la actividad del centro desde hace tres meses. Las protestas, que sólo son secundadas por el 10% de la plantilla del hospital, se han radicalizado esta semana, cuando los enfrentamientos entre los huelguistas y el resto del personal se han convertido en una constante.

Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, que no secundan el paro, condenaron ayer el vandalismo que se ha apoderado del centro y acusaron a los huelguistas de proferir amenazas y coaccionar a los trabajadores que se han sumado al convenio colectivo acordado con la dirección. CGT, AIP y SATSE, sindicatos mayoritarios, han convocado el paro porque no están conformes con el citado acuerdo.

Desde el pasado lunes, grupos de personas y piquetes incontrolados han irrumpido en el interior del hospital lanzando petardos e incluso bombas de humo. La dirección del centro sostiene que una de estas bombas fue lanzada en la planta de enfermos cardiorrespiratorios, lo cual, en opinión de Grau, constituye 'un acto muy grave'.

Ayer al mediodía, el propio gerente del hospital y parte del equipo directivo tuvieron que permanecer encerrados en sus despachos por espacio de dos horas mientras unos 50 huelguistas bloqueaban las entradas y salidas de la planta en la que se encuentra la gerencia. Grau dijo que los manifestantes intentaron ocupar los despachos, pero el servicio de seguridad lo impidió.

Desde el pasado lunes, la dirección ha presentado cuatro denuncias por coacciones y actos vandálicos dentro del hospital, cuyos pasillos están repletos de pintadas y mobiliario destrozado. Grupos de incontrolados han accedido a algunos despachos y han destrozado ordenadores rociándolos con extintores.

Asimismo, varios escáneres han aparecido boicoteados, igual que la red telefónica de determinados puntos del hospital. El delegado sindical de Comisiones Obreras, Octavi Julià, lamentó ayer los desperfectos del hospital y acusó a los sindicatos convocantes de la huelga, AIPS, CGT y SATSE, de haber increpado y coaccionado al personal que ha decidido no sumarse al paro. 'Yo, que he luchado contra el fascismo, puedo decir que estos actos son totalmente fascistas, y que no me amilano'. Este representante condenó 'enérgicamente' la actitud de algunos trabajadores en huelga. 'No representan a la plantilla y tampoco nuestro modo de actuar', añadió.

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Julià advirtió a los sindicatos convocantes del paro y a los autores de los desperfectos afirmando: 'Cada uno tendrá que responsabilizarse de sus actos'.

El gerente del centro, Joan Grau, considera que los huelguistas han molestado profundamente a los pacientes y aseguró: 'Tenemos pruebas fotográficas y de vídeo que demuestran los hechos'. Ante esta situación, Grau no descartó la posibilidad de que 'se despida a trabajadores'. 'Los trabajadores tienen todo el derecho a iniciar una huelga, pero está subiendo de tono y las acciones que han llevado a cabo no entran dentro del juego responsable'.

Un representante del comité de huelga negó ayer todas las acusaciones vertidas por la dirección del centro y afirmó que 'ningún huelguista ha provocado los destrozos'. Este representante, que puso en duda la veracidad de los hechos denunciados por la dirección, reconoció: 'El comité no puede controlar todo lo que sucede en el hospital'. 'Siempre pueden haber grupos de incontrolados', afirmó.

1.800 millones Los trabajadores del hospital Clínico mantienen un pulso con la dirección del centro desde hace más de tres meses. El origen del conflicto es la negociación del nuevo colectivo para los cerca de 3.000 trabajadores no médicos del centro. Este convenio fue ratificado por algunos sindicatos del centro, entre ellos UGT y Comisiones Obreras, pero no por los sindicatos con mayor número de delegados en el hospital, que consideran que el aumento salarial pactado es insuficiente y piden que se les paguen más de 1.800 millones de pesetas con carácter retroactivo. Estos sindicatos, SATSE, AIPS Y CGT, aseguraron que mantendrán las protestas mientras no se atiendan sus principales reivindicaciones.

Hasta la fecha, el 60% de los 3.000 trabajadores no médicos del hospital ha aceptado el convenio colectivo propuesto por la dirección del centro, que incluye una revisión salarial acorde con la subida real del índice de precios al consumo. El nuevo convenio también ofrece a todo el personal que trabaja a tiempo parcial incorporarse a jornada completa si así lo desea.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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