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Un hombre mata en Granada a un vecino que le debía cinco millones

Ángel Ortiz Cano, un servicial empleado de 61 años de las oficinas de extensión agraria de Castilléjar, una población de Granada de unos 2.000 habitantes, mató la noche del lunes a tiros a su vecino José Candela, de 56 años, quien en 14 años había acumulado con él una deuda de cinco millones. Ortiz partió de su casa con una escopeta plana del calibre 12, fue al bar donde estaba Candela, salió con él a la calle en medio de una acalorada discusión y le pegó dos tiros. Cuando la Guardia Civil llegó a su casa para detenerlo el funcionario estaba gritando. No opuso resistencia; incluso besó en la mejilla a un teniente que conocía.

No hubo testigos directos del crimen. Los parroquianos que había en el interior del bar no se movieron cuando Ángel Ortiz y José Candela, una constructor que antes había sido empresario taurino, se enzarzaron en una disputa cuyos matices no entendían y salieron a la calle. Previamente había sonado el teléfono del bar y la esposa del agresor había advertido que su marido había salido para allá con los ánimos muy encrespados. 'Si está Candela que se vaya', dijo la mujer, previendo la reacción del esposo.

Ortiz, hasta ese día, era un funcionario solícito que ayudaba a los vecinos a confeccionar la declaración de la renta y a rellenar otros formularios administrativos. Él y la víctima mantenían diferencias desde mucho tiempo atrás, aunque también era frecuente encontrarlos compartiendo una cerveza. El agresor fue puesto ayer a disposición del juzgado de Huéscar. Tiene dos hijos, la menor farmacéutica. La víctima también tiene dos hijos, de 20 y 10 años. Un concejal fue quien les dio la mala nueva.

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