Bush y el medio ambiente
El Plan Energético del señor Bush es un nuevo desplante a la comunidad internacional, a la protección del medio ambiente y, por supuesto, a todos los habitantes del planeta. La construcción de esas 1.300 centrales nucleares, de carbón, petróleo y gas significa un brutal aumento de las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero, así como la generación de miles de toneladas de residuos químicos y radiactivos.
Si toda esa contaminación les afectara exclusivamente a los norteamericanos, pensaría que cargaran ellos con el error de su presidente y de todas aquellas industrias que están detrás de ese plan.
Pero no, esa contaminación nos afecta a todos, a nuestra generación y a las venideras. Para evitar semjante desastre ecológico, nuestros Gobiernos deben ejercer la presión suficiente en todos los organismos internacionales para que EE UU cancele dicho plan. Aunque me parece que, visto lo visto, no harán nada, y menos aún un Gobierno como el nuestro, que no hace más que aprobar proyectos que dañan el medio ambiente y que aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero.