_
_
_
_
_

La policía acordona una plaza para impedir que toquen músicos callejeros

PSOE e IU tachan el operativo de 'facha' y los vecinos del barrio se muestran divididos

Los vecinos del barrio están divididos en torno a la presencia, cada domingo, de decenas de jóvenes que pasan el día haciendo sonar sus instrumentos en esta plaza del Madrid de los Austrias. Unos los apoyan, otros protestan porque el sonido de tambor no les deja descansar. Ayer, ese enfrentamiento entre residentes fue patente cuando la Policía Municipal hizo acto de presencia en la plaza de los Carros.

La misión de los agentes era impedir que un grupo de músicos y percusionistas ofreciera, como cada domingo, su particular concierto en la plaza. Para ello instalaron vallas alrededor de la fuente y en las escalinatas, en un intento de evitar que los músicos tomaran asiento y acomodo. Los agentes tenían órdenes expresas de controlar a quien accediera hasta la plaza por las calles adyacentes y no dejar penetrar en ella al que portase algún instrumento músical. Sin embargo, ayer ningún músico acudió a la cita.

Más información
Sentada de 200 jóvenes en la plaza de los Carros contra la presencia policial
Multa de hasta 50.000 pesetas a quien toque el tambor en la calle

Los vecinos observaban asombrados, hasta que un mando explicó el motivo de su visita. 'Hemos venido a evitar un conflicto de convivencia vecinal', afirmó. En efecto, unos vecinos estaban a favor de la magnitud del despliegue y otros en contra. Los que apuestan por el descanso afirman que 'no hay quien pare en las casas'. Los músicos comienzan a tocar a las doce del mediodía 'y no paran hasta la medianoche', aseguraba Álex, que reside en un bloque cercano desde hace seis meses.

Frente a éstos, los residentes más tolerantes piensan que la calle debe ser 'un lugar de expresión sin barreras' y califican la presencia policial de ayer de 'vuelta a las imágenes preconstitucionales'. '¿Por qué no vienen por las noches, cuando los aparcacoches de los restaurantes invaden las aceras con los vehículos de los clientes?', preguntan. 'La policía también lo sabe, ¿por qué no vienen entonces?', añaden.

Y por último están los bares y restaurantes de la zona, para los que la presencia policial de ayer significó 'pérdidas de hasta un 50% con respecto a otros domingos', según la dueña de la taberna Casa Briján. Algunos de ellos culpan de la operación policial al párroco de la iglesia de San Andrés, Lorenzo Rodríguez. Le acusan de ser 'anterior al Concilio de Trento' por anunciar, hace unos días, que suspendería las misas 'porque el templo hace de caja de resonancia y con el ruido de la música en la iglesia no hay quien pare'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

'Así no se puede vivir'

Alrededor de los músicos se agolpa un buen número de jóvenes que, después de escuchar un rato, aprovecha para tomarse el aperitivo en los bares de tapas de la plaza. Algunos vecinos afirman que en un fin de semana pueden pasar por allí cerca de 10.000 personas, y que 'así no se puede vivir'. Hay quien piensa, incluso, que los concertistas reciben dinero de bares y restaurantes 'a cambio de congregar al público cerca de los locales'.

La operación policial también obtuvo contestación por parte de la oposición municipal. Eugenio Morales, responsable de Protección Civil del grupo socialista en el Ayuntamiento, calificó la presencia policial de 'desmedida', y opinó que la situación debería haberse solucionado con 'campañas disuasorias en lugar de entrar como un elefante en una cacharrería'.

'Al campo no se le pueden poner barreras ni muros, hay que ser tolerantes. Hace tiempo que proponemos a María Tardón [concejal de Policía Municipal y Protección Civil] regular ese tipo de actuaciones, pero no ha sido posible. El PP tiene una posición muy cerrada', agrega el concejal Julio Misiego, de IU. Este periódico trató ayer, sin éxito, de hablar con María Tardón.

Aunque reconoce las molestias que para los vecinos supone la concentración de jóvenes con instrumentos musicales, Misiego considera que la actuación de la policía se enmarca en una actitud del gobierno del PP que retrotrae la vida ciudadana a los últimos años del franquismo: 'Es un exceso: la entrada de la policía en un aula de la Complutense, el cierre de la sala Caracol y ahora impedir el acceso a la plaza de los Carros'.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_