Ordenadores en Huelva
Estaba ojeando lánguidamente mi ejemplar de EL PAÍS, el pasado 20 de febrero, cuando un artículo que mostraba la bondad de las universidades andaluzas en su afán por acercar la informática a sus alumnos me hizo retroceder unos meses tan sólo, cuando aún no había terminado la carrera de Magisterio en la Universidad de Huelva.
El campus de El Carmen tiene un arsenal de ordenadores... Recuerdo uno de tantos días en que me acercaba a una de las dos 'aulas de Internet' que hay en el campus...; la del pabellón 6 siempre anda con algún cursillo impartido, seguramente, por Enrique Serrano, normalmente, para profesores. Cursillos de nueve a nueve, cursillos día tras día...
Nos íbamos a la otra aula que se prometía libre de cursillos. Cuando nos acercábamos al pabellón 10 se veía a lo lejos la cola de estudiantes esperando a que algún terminal quedase libre. Horas esperando para mandar un bendito 'emilio' o para grabar esa información que andas buscando para tu trabajo de psicología. Cansada de esperar, te dirigías a la hemeroteca donde hay dos o tres ordenadores más, para los que tienes que rellenar un formulario en el que aclaras lo que buscas, y, cuando estás frente a frente, por fin, con la pantalla..., ¡maravilla de la tecnología!, apenas sí puede mantener dos ventanas abiertas... Abatida y vencida me voy a la biblioteca y me conformo con la información de siempre, la de los libros que siempre están ahí. Hay más ordenadores, por supuesto..., en los laboratorios, claro..., ¿quién los coge? Los alumnos de a pie no, desde luego.
