Dos trabajadores sin afiliación sindical
Josu Leonet Azkune y José Angel Santos Laranga, los dos operarios de Elektra muertos en el atentado perpetrado ayer en San Sebastián, llevaban entre siete y ocho años en sus puestos de trabajo y ninguno de ellos estaba afiliado a central sindical alguna.
Leonet Azkune, de 31 años, era trabajador fijo de Elektra, mientras que Santos Laranga, de 40 años, desarrollaba su labor desde hace alrededor de un año en esta empresa, pero era empleado de Beysa, firma de la localidad de Astigarraga subcontratada por la anterior.
Leonet, natural de Tolosa, estaba casado y era padre de una niña de apenas un año. El fallecido era hermano de la alcaldesa de la pequeña localidad guipuzcoana de Beizama, quien aseguró que 'Josu era una persona total y absolutamente apolítica'.
Idoia Leonet, del PNV, salió así al paso de las voces que en un primer momento apuntaron que su hermano era militante de EH. El propio portavoz de la plataforma, Arnaldo Otegi, declaró que 'probablemente' militaba en esta formación.
El trabajador vivía en el barrio tolosarra de Amaroz, donde una vecina le definió como un hombre 'muy deportista', que solía 'andar en bici e ir al monte'.
Por su parte, Santos Laranga, casado y sin hijos, era natural de Porto do Son (A Coruña), desde donde emigró con su madre a Pasajes en 1965, cuando tenía cinco años, poco después de que su padre falleciera ahogado en un accidente marítimo, según explicó el alcalde de la localidad coruñesa, Ramón Quintans.
El operario fallecido llevaba más de tres años viviendo en la localidad Ikaztegieta, donde se había trasladado desde Andoain, pueblo del que es natural su esposa.
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