El árbitro expulsa a un portero del Betis una hora antes del partido

Lo que ayer le ocurrió al portero suplente del Betis, Valerio (Barcelona, 1973), en el Carlos Belmonte de Albacete, pasará por atípico a engrosar el abultado anecdotario futbolístico español: el árbitro lo expulsó 40 minutos antes del partido por unos presuntos insultos hechos en el túnel de vestuarios, que le pueden suponer varios partidos de sanción. El colegiado del encuentro, el extremeño Fidel Valle Gil, impidió que el Betis alineara a su portero suplente a raíz de los insultos que presuntamente le dedicó. Según recogió Valle Gil en el acta arbitral del partido, Valerio dijo: "Valiente hijo de puta es este árbitro" y "valiente cabrón que es".Todo comenzó 40 minutos antes de que saltaran a calentar al césped del Carlos Belmonte los jugadores del Betis y del Albacete. Cuando en el túnel de vestuarios los futbolistas de uno y otro equipo intercambiaban saludos e impresiones, en un clima distendido.

Valerio, que jugó en el Albacete antes de recalar en el Betis hace cuatro temporadas, mantenía una "conversación privada", según apuntó el jugador, con el utillero de su ex equipo cuando se cruzaron los integrantes del cuerpo arbitral. Entonces, según la versión del propio futbolista, el utillero albaceteño se dirigió a saludar al colegiado del partido y a su regreso Valerio no se abstuvo de reprocharle este gesto, rememorando un episodio de su etapa como guardameta del Albacete. "¡Me cago, en la puta Antonio!. ¿Cómo vas y saludas a este hombre, que nos fastidió el ascenso en Eibar?", asegura Valerio que le dijo al utillero.

Pero la "observación privada" del portero suplente del Betis llegó a oídos del delegado arbitral quien, raudo, acudió a comunicárselo a Valle Gil.

Los jugadores de ambos equipos realizaron los ejercicios de calentamiento habituales y cuando se disponían regresar al vestuario, apenas 10 minutos antes de que comenzase el partido, el delegado arbitral se acercó a Rafael Gordillo, delegado del Betis, para comunicarle que Valerio no podía ser alineado por insultar al colegiado, según relató tras el partido un consejero del Betis, quien calificó la actuación del delegado arbitral de "exceso de celo".

Valerio aguardó al colegiado para darle explicaciones tras el partido, pero éste se limitó a facilitar una copia del acta a Gordillo y no permitió al jugador esclarecer lo que él considera "un malentendido".