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Entrevista:VALERI KARPIN - FUTBOLISTA DEL CELTA

"Hice lo que tenía que hacer"

Un juez de Madrid ha dado la razón a Valeri Karpin, un futbolista de 31 años de edad nacido en Estonia, pero de nacionalidad rusa: debe ser considerado por la Federación Española como un comunitario más; es decir, puede ser alineado por su equipo, el Celta, sin ocupar plaza de extranjero.Su recurso a la Justicia, apoyándose en el convenio de colaboración firmado por Rusia con la Unión Europea, según el cual sus ciudadanos residentes en ella tienen los mismo derechos que los nacionales, ha abierto una puerta para que muchos compañeros, que se encuentran en la misma situación que él, sigan sus pasos y vean aumentadas sus posibilidades de jugar en España.

Pregunta: Usted nació en Estonia, pero tiene pasaporte ruso y ahora se le ha equiparado a cualquier ciudadano comunitario a efectos laborales.

Respuesta: Nací en Estonia, pero cuando pertenecía a la Unión Soviética. Así que soy ruso y punto. No soy español ni pretendo serlo.

P. No dirá que ser comunitario era el sueño de su vida...

R. Mi sueño de toda la vida era jugar al fútbol. Nada más.

P. ¿Cómo un ruso como usted, con sus claras señas de identidad físicas, puede ser a efectos federativos tan español como, por ejemplo, Pinto o Velasco?

R. ¿Acaso no hay españoles en otros sitios? Por haber, hay muchos españoles que ni siquiera hablan el idioma castellano.

P. Nacionalizados, claro.

R. Pues eso.

P. ¿Cómo explicaría a los jóvenes de la cantera, a las que ustedes pueden cerrar el paso de alguna manera, todo este asunto?

R. No tengo nada que explicar. Defiendo mis intereses y nada más.

P. ¿Está a favor o en contra de la Ley de Extranjería?

R. No lo sé. No me preocupa la política, no me interesa. En esas cosas, la verdad, no me meto.

P. ¿Tampoco le preocupa la cumbre de Niza, ahora que ya es un ciudadano comunitario más?

R. Si ni siquiera sé que haya una cumbre, ¿cómo me voy a preocupar?

P. Su caso, el suyo y el de quienes pueden seguir sus pasos, preocupa al Gobierno. ¿Le quita el sueño?

R. (Risas) No; para nada. Pero no tengo nada que decir sobre eso. No me parece ni bien ni mal que se preocupe. No me importa. Hice lo que tenía que hacer.

P. Tampoco la Asociación de Futbolistas (AFE) está satisfecha. Incluso ha instando al Ejecutivo a que preserve la limitación de extranjeros.

R. Pues no tengo nada que decirle. Es una situación particular y punto.

P. ¿Le gustaría ser recordado como un nuevo Bosman [el jugador belga que impulso la libre circulación de los deportistas por los países de la Unión Europea]?

R. No. Vamos a ver: ni nuevo Bosman ni viejo Karpin. Soy el primero y nada más. No sé por qué se habla tanto de mí y no de los casos del baloncesto.

P. Pero el fútbol mueve más dinero.

R. La ley es para todos. No sé qué tiene que ver el dinero con la ley.

P. ¿Qué pasaría si un juez declarase discriminatorio para los suplentes que jueguen 11 contra 11?

R. Son las reglas del juego. Lo mío no son reglas; es una discriminación por la nacionalidad.

P. Ahora, a negociar otro contrato...

R. No lo sé. Dependerá del club... O de los clubes. Mi contrato sigue siendo el mismo. No tengo ni más ni menos dinero.

P. ¿Por qué dicen de usted que es el jefe del vestuario céltico?

R. ¿Soy el jefe? Bueno, tal vez. Pero en el vestuario las cosas pasan por todo el mundo, no sólo por mí.

P. ¿Qué le dio a Mostovoi, que hasta que usted llegó estaba siempre enfadado?

R. No le di nada. Sólo, que el equipo empezó a jugar mejor y a ganar. Como a él le gusta tanto ganar...

P. ¿Le dieron ganas de aplaudir el gol de Djalminha en el derby gallego del domingo pasado?

R. Sí, fue muy bonito. Si hubiera sido un aficionado, igual sí.

P. ¿Ficharía por el Deportivo?

R. Lo dudo; lo dudo bastante.

P. ¿Les ha dicho a sus familiares que vive donde también hay alguna vaca loca?

R. No les dije nada. Seguiré comiendo carne si es buena.

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