El PP se arriesga a recaudar menos impuestos de los previstos en Vitoria
"Llevo 14 meses haciendo un master de cómo gobernar en minoría". El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, admitió ayer su manifiesta minoría en el debate sobre los impuestos municipales, así que se conforma con aprobar "un porcentaje del proyecto". Como contrapartida y ante la imposibilidad de sostener sus propuestas, el PP ha aceptado enmiendas de toda la oposición (PNV, PSE, IU e incluso EH). Con tantas concesiones, cabe el riesgo de que el Ayuntamiento recaude varios cientos de millones menos de lo previsto.
Los impuestos municipales nutren aproximadamente una tercera parte del presupuesto del Ayuntamiento, con lo cual una merma en los ingresos por este concepto puede perjudicar gravemente las cuentas municipales de 2001. El debate sobre los impuestos, según reconoció ayer la mayoría de los partidos, se ha convertido en una especie de "mercadeo" que puede dar como resultado "un refrito" resultante de propuestas aportadas por todos los grupos.El origen de tal popurrí está en la minoría del equipo de gobierno. No ha conseguido, pese a haberlo intentado, un pacto global con sus socios habituales, los socialistas, ni tampoco con los nacionalistas. Así, ha ejercido de esponja con toda la oposición, admitiendo propuestas de cada grupo, no sólo de PNV y PSE, sino también de IU e incluso EH. El debate no pudo terminar ayer, de modo que se extenderá hasta el lunes. Pero ya se adivina un posible desfase porque la recaudación puede ser menor de lo previsto.
El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), relacionado con el valor catastral, se ha congelado. El de vehículos es el único cuya subida queda por encima, aunque mínimamente, del proyecto original de la corporación. El resto, supone una merma en la recaudación. El PP logró su objetivo de rebajar el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en un 15% a profesionales liberales, autónomos y pequeñas empresas; incluso más de lo que pretendía, al apoyar una propuesta nacionalista que extiende el descuento a todas las zonas de la ciudad.
Basuras
En la tasa de basuras, el PP salió derrotado. No podrá subir el 25% a todas las viviendas, comercios e industrias, sino que la subida se queda en el 3,6% del IPC interanual. Lo mismo ocurrió con el bonobús, que en vez de encarecerse hasta las 550 pesetas sube sólo a 500. A falta de terminar el debate, y de cuantificar qué merma puede todo ello suponer a la recaudación municipal, queda llegar al pleno, donde aún pueden producirse sorpresas.Los socialistas, en un claro desafío al equipo de Alonso, anticiparon su negativa a votar las ordenanzas tal y como pretende el PP, es decir, impuesto por impuesto, lo cual le permitiría sacar el proyecto completo, aunque parcheado por las contribuciones aprobadas a cada partido. El PSE amenaza con votar en contra de todos los conceptos, incluso de aquellos que han sido propuestos por su grupo. Lo argumenta porque las ordenazas "son un todo y no se pueden trocear", y entiende que la rebaja del IAE es una razón fundamental para negarse a aprobar el resto del proyecto.
En este impuesto, por el que el Ayuntamiento obtiene unos 1.800 millones, el PP y UA pudieron conservar el grueso de su propuesta, pero se plegaron a las exigencias del PNV. El resto de los grupos se opuso al entender que supone "una rebaja a 11.000 ciudadanos que luego habrá que compensar con otros impuestos a los 220.000 habitantes de Vitoria".
Si los socialistas cumplen sus advertencias, podría incluso darse el caso de que no se aprueben ni el impuesto de vehículos ni la tasa de basuras, es decir, que queden prorrogados, lo cual implicaría una merma aún mayor en la recaudación. Esta posibilidad ya la ha tenido en cuenta Alonso, que propondría en tal caso alguna fórmula como mal menor para evitar que esas tasas no suban ni tan siquiera el IPC.
