_
_
_
_

El sistema de candidaturas de la FSM provoca un intento de dimisión de Alberdi

Los tres sectores del socialismo madrileño seguirán buscando un líder de consenso

El comité regional de la Federación Socialista Madrileña (FSM) puso ayer en evidencia la profunda división de su ejecutiva -necesitó casi tres horas para presentar una postura conjunta ante el comité- y su falta de liderazgo: el sector capitaneado por José Acosta, ausente de la ejecutiva, es quien marca el proceso precongresual. Ayer se dio a conocer que la dirección federal del PSOE no acepta que haya precandidatos a la secretaría general. Como protesta, la presidenta de la FSM, Cristina Alberdi, presentó ayer su dimisión, aunque posteriormente la retiró.

Más información
Eliminado el elogio a Nueva Izquierda

Los acostistas

Por escrito, con sello y firma y registro de salida, el secretario de organización federal del PSOE, José Blanco, ya se lo había dicho a las comisiones ejecutivas regionales o de nacionalidad, provinciales, comarcales e insulares. El comunicado tiene fecha del 11 de septiembre y en él se afirma: "Os recordamos que la Conferencia Política [a celebrar en el plazo de un año desde el 35º congreso federal] es la encargada por resolución del 35º congreso para adoptar los criterios de las modificaciones estatutarias relativas a la disposición adicional segunda sobre el sistema de primarias, las listas abiertas y la limitación de mandatos". Dicho de forma mucho más clara: ni la ejecutiva regional de la FSM ni el comité regional celebrado ayer podían adoptar un método distinto que el ya tradicional en el PSOE.El intento de algunos dirigentes -entre ellos, la propia presidenta, Cristina Alberdi- de abrir en la FSM el método de precandidatos, quedaba invalidado antes de ponerse en marcha. Ayer, Alberdi calificaba de intolerable esta decisión y, en prueba de su desacuerdo, presentaba la dimisión en la reunión que la ejecutiva de la FSM celebró antes del comité regional.

Era la guinda que revelaba la profunda división de una ejecutiva que necesitó más de dos horas para llegar con una propuesta conjunta al máximo órgano de decisión entre congresos. Sólo la apelación al sentido de responsabilidad, la consideración de no llegar a un congreso sin presidenta, consiguió que Alberdi reconsiderara su decisión. El 9º congreso de la FSM se celebrará del 24 al 26 de noviembre próximos en Colmenar Viejo.

En los pasillos, los miembros del comité estaban más preocupados por saber cómo iban las reuniones entre José Acosta y Francisco Cavaco, Jaime Lissavetzky y Pedro Castro -renovadores- y José Luis Balbás e Ignacio Díaz- renovadores por la base-. Una vez descartada la precandidatura, el sector de Acosta -que supone el 40% de la federación- aparece como absolutamente decisorio.El método de presentación de candidaturas no era el único punto en discordia. Tampoco había acuerdo dentro de la propia ejecutiva en el censo de militantes. Unos defendían que había que abrirlo hasta ayer -lo que daría lugar a siete delegados más-, y otros eran partidarios de mantener el mismo censo que se usó en el congreso federal y que se cerró el 22 de marzo pasado. Fue éste el criterio finalmente aceptado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El debate de la ponencia marco de la ejecutiva saliente no deparó sorpresas. Pero de todo puede sacarse enseñanza y provecho. Así que algunos de los candidatos -autoproclamados o no- aprovecharon para hacer un bosquejo de cuál era su proyecto político. El concejal madrileño Rafael Simancas y el diputado regional Antonio Carmona, que en ningún momento hicieron ostentación de sus aspiraciones, dejaron claro cuál es su ideario. Simancas habló de la necesidad de seguir el espíritu del congreso federal y de transformar la "resignación que ahora tienen los militantes por la ilusión del cambio".

Otros posibles candidatos no acudieron. En algún caso, como el abogado Jesús González de Amuchástegui, por no formar parte del comité regional, y en otros, como Pedro Sabando, actual portavoz en la Asamblea, porque no se hallaban presentes.

No hubo grandes debates. Sí, quizás, alguna advertencia. Acosta -cuyo sector está fuera de la ejecutiva- dio las gracias por el buen trato "recibido de este comité regional". "Lo digo ahora, no vaya a ser que no esté en el próximo", advirtió con sorna. Y añadió que no le gustaba la ponencia marco pero que, en aras de la eficacia y de la buena marcha del congreso, votaría a favor. Acosta, que dijo hablar en "nombre de muchos compañeros" -horas antes protagonizó un acto multitudinario en Vallecas-, aseguró en los pasillos que había que intentar "encontrar un candidato que ilusione a todos, y que lo sea de todos los sectores".

Si se llega al congreso con una sola candidatura, según las normas que la ejecutiva federal ha hecho llegar a las federaciones, se elegiría conjuntamente al secretario general y a la ejecutiva. Si hubiera varias candidaturas, cada una habrá de ser avalada por al menos el 10% de los casi 700 delegados. Cada uno se dirigirá al congreso y el secretario general se elegiría en votación secreta al margen de la ejecutiva.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_