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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

Aznar llama a movilizarse contra ETA como los yugoslavos contra Milosevic

El presidente aboga por un acuerdo con los "nacionalistas moderados"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, explicó ayer que si últimamente insiste en la importancia de las movilizaciones sociales, "como ha ocurrido ahora con la caída de Milosevic", se debe a que considera que otras movilizaciones similares serán decisivas para la pacificación de Euskadi. "Hoy, en el País Vasco", dijo, "la movilización contra el terrorismo es más indispensable que nunca, y será un factor fundamental para la normalización".

También afirmó que "en una parte de España, en una parte de la Unión Europea, hay gente que lucha por defender la democracia, las libertades, el respeto a las reglas del juego, y hay gente que mata porque no respeta la libertad, ni la democracia, ni las reglas del juego. Unos se llaman terroristas, otros son puros nazis que ayudan a los terroristas. Y con esos nazis no hay nada que hablar".Sobre la situación creada en el País Vasco tras las mociones de censura de la pasada semana contra el Gobierno de Ibarretxe, Aznar dijo: "Yo hace tiempo que tengo la impresión de que harán todo lo posible por aguantar en los sillones el tiempo que sea necesario, aunque sea a costa de un mayor deterioro situación en el País Vasco. Y tengo la plena convicción de que los elementos de presión por parte de los grupos nazis y por parte de los dirigentes actuales del PNV van a aumentar".

El presidente del Gobierno cree que la única salida a la situación de bloqueo político creada en el País Vasco tras las mociones de censura pasa por "una alternativa democrática de la libertad", en la que no incluye "a los dirigentes actuales" del PNV. "Dense cuenta de que yo hablo siempre de los dirigentes actuales. He hablado ya muchas veces de la alternativa de la pluralidad, y he dicho que acoge al PP, a los socialistas y a los nacionalistas moderados. En cambio, con los dirigentes actuales del PNV no se puede actuar, porque son responsables de una gravísima deslealtad histórica como ha sido el pacto de Estella, su pacto secreto con una organización terrorista", añadió. Aznar dijo también que es un asunto en el que "no puede haber matices", debido a que "en el País Vasco al que no piensa como otros, le matan", y eso es prioritario.

Las últimas medidas antiterroristas, que el Ejecutivo acordó el pasado viernes remitir a las Cortes, fueron también abordadas por el presidente del Gobierno en la misma rueda de prensa con la que cerró el Foro de Formentor sobre Seguridad en el Mediterráneo. Aznar mostró una amplia disposición al diálogo para llegar a un consenso parlamentario.

Internamiento de menores

Sobre el punto más conflictivo de la reforma -las penas de hasta 10 años de reclusión para los menores que cometan actos de violencia callejera- el presidente dijo que "si es posible llegar a una fórmula de conveniencia para todos, se llegará, y el Gobierno estará predispuesto a ello".El presidente rechazó que el Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial se hubieran pronunciado en contra del proyecto -"se limitan a introducir elementos de reflexión en situaciones que pueden afectar a jóvenes de entre 14 y 16 años", dijo- y defendió la decisión del Gabinete de no modificar hasta después del debate parlamentario los puntos criticados. "No podemos esconder la cabeza debajo del ala", razonó. "Sabemos que existe una utilización de jóvenes por parte de una organización terrorista. La kale borroka responde a órdenes emanadas directamente por la dirección de una organización terrorista. Y sabemos que hay un reclutamiento de jóvenes por parte de una organización terrorista. Cada vez de menor edad".

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"Si un joven de 16 años pusiese una bomba o descerrajase un tiro contra una persona, ¿se haría el mismo planteamiento?", se preguntó Aznar. "La opinión pública se ha estremecido cuando ha visto que un menor cometía un crimen atroz y los padres de la víctima decían que, como mucho, en cinco años el asesino estaría libre. La opinión pública española sintió un cierto escalofrío. No me gusta que se reaccione sobre esas bases, porque no son bases razonables".

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