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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

ETA destroza las oficinas de la empresa de un militante del PNV por no ceder a la extorsión

30 encapuchados lanzan 47 'cócteles' contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Oñate

La madrugada de ayer volvió a convertirse en Euskadi en un muestrario de la violencia de ETA y sus seguidores. Una bomba destrozó las oficinas de la empresa Mecanizados Alberdi en Legutiano (Álava), propiedad de un industrial afiliado al PNV, en lo que este partido interpretó como un nuevo episodio de "barbarie y extorsión". En Oñate (Guipúzcoa) 30 encapuchados lanzaron 47 cócteles mólotov contra la casa cuartel de la Guardia Civil, cuyos agentes dispararon al aire, y San Sebastián registró el intento de incendio de una librería. Una sucursal bancaria sufrió otro ataque en Getxo.

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ETA no ceja en el acoso a los empresarios vascos para obligarles a ceder a la extorsión. Tras el asesinato en agosto del presidente de la patronal guipuzcoana, José María Korta, siguió la colocación a fines del mismo mes de seis bombas contra cinco firmas -más la voladura de la discoteca Txitxarro, propiedad de Narziso Korta, hermano de José María-. Todo ello precedido del envío masivo de cartas amedrentadoras. Ayer atacó al industrial Miguel Alberdi Mondragón, afiliado al PNV, y propietario de Mecanizados Alberdi. La empresa, ubicada en Legutiano (Álava), a 15 kilómetros de Vitoria, sufrió daños importantes por efecto de una bomba colocada en una ventana de sus oficinas. Éstas resultaron totalmente destrozadas, si bien la explosión no afectó a las dos naves anexas donde está la maquinaria. El delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, apuntó ayer que el atentado se ha producido "por no haber pagado el impuesto revolucionario".Miguel Alberdi, que comenzó su negocio con un taller de cinco trabajadores en Mondragón (Guipuzcoa), trasladó la empresa a Legutiano hace 17 años. Ésta emplea a 60 personas, entre ellas al propio alcalde, de Euskal Herritarrok (EH), y a otra veintena en una troquelería que tiene en Bergara. La esposa del industrial, muy afectada, permaneció en el lugar toda la mañana junto a varios trabajadores. Todos los partidos condenaron el ataque, salvo EH. También lo hizo la patronal vasca SEA y el sindicato ELA, mayoritario en el comité de empresa, aunque no LAB. El presidente del PNV en Guipúzcoa, Juan María Juaristi, calificó el atentado de acto "de destrucción y extorsión a la clase empresarial vasca" y dijo que "no habrá presiones ni amenazas que le cambien el rumbo" al industrial atacado. El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, lo tachó de "chantaje inaceptable".

El ataque a la casa cuartel de Oñate ocurrió pasadas las dos de la madrugada. Sólo explotaron 10 de los 47 artefactos lanzados por unos 30 encapuchados y ninguno impactó en el edificio, informa Aurora Intxausti. El vehículo de un particular aparcado en las inmediaciones sufrió daños leves. Los agentes dispararon al aire para ahuyentar a los atacantes. En San Sebastián, en el céntrico barrio de Gros, la librería Aritz sufrió un intento de incendio, que destruyó su escaparate y ennegreció sus paredes. En Getxo (Vizcaya), un artefacto pirotécnico dañó una sucursal del Banco Atlántico y una ventana del piso superior.

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